Salen a la luz los resultados de las primeras pruebas con efuel en motores F1

La Fórmula 1 no tiene decidido su motor del futuro, pero sí su gasolina: a partir de 2022 usará E10 –un 10% de etanol– e irán aumentado de forma progresiva su porcentaje de etanol y reduciendo el de gasolina fósil. Todo ello en busca de poder presentarse como ‘carbon neutral’, para no aumentar las emisiones de CO2, sino emitir sólo lo consumido.

Para comenzar con esta transición la FIA ha enviado 200 litros de combustible producido a partir de residuos biológicos a cada motorista para que hagan un estudio de comparación con la gasolina actual.

El plan es que una vez sacadas las primeras conclusiones, hacer una nueva entrega del producto mejorado a finales de año para nuevas pruebas. La publicación alemana Auto Motor und Sport ha recopilado las primeras impresiones de los fabricantes.

"El combustible tiene menos energía, lo que lleva a una pérdida de rendimiento del motor", cuenta un ingeniero a la cita publicación. Las cifras varían dependiendo del fabricante entre 60 y 80 kilovatios –80 a 110 caballos de potencia– de pérdida.

Es preciso apuntar que para estas pruebas no se ha adaptado ninguno de los cuatro motores. Se cree que de adaptarse, parte de las pérdidas podrían recuperarse.

El etanol ayuda a evitar daños por golpes debido a la combustión incontrolada y garantiza una mejor refrigeración interna de los cilindros. Además, el combustible nuevo es más rico en oxígeno, lo que permite una reducción de la presión de sobrealimentación con el mismo rendimiento de potencia.

Los ingenieros también destacan la libertad de diseño que ofrecerán los combustibles nuevos. "Lo que ganamos durante la combustión gracias a los nuevos tipos de combustible nos da más libertad en otros parámetros de diseño para el motor. Además, podemos investigar cómo podemos obtener más energía de una composición diferente de los componentes", menciona un ingeniero.