Seis décadas después, Bentley jubila el motor V8 de 6.75 litros

Siete personas intervinieron en el ensamblaje del último V8 de 6.75 litros, que concluyó este lunes en la fábrica de la marca en Crewe, en el Reino Unido. Cuando el Bentley Mulsanne 6.75 Edition esté listo, liberará 537 caballos de potencia con un par máximo de 1.100 Newton metro; una velocidad de 305 kilómetros/hora y un 0-100 de 4,9 segundos.

El origen de este propulsor se sitúa en el Bentley S2 de 1959, aunque entonces tenía 6.2 litros y entregaba 180 caballos. En 1971 se situó en los 6.75 litros que ha mantenido hasta la actualidad. Su última gran renovación fue en 2010, cuando reemplazó el cigüeñal, los pistones, las bielas y la culata.

Bentley S2 y Bentley Mulsanne

Que la producción del Bentley Mulsanne 6.75 Edition llegue a su fin significa que, a partir de ahora, el Bentley Flying Spur se convertirá en el buque insignia de la compañía. En 2023 tienen previsto introducirle una mecánica híbrida para avanzar en la electromovilidad, campo en el que ya tienen experiencia con el Bentley Bentayga Hybrid, que es híbrido enchufable.

"Nuestro venerable motor V8 de 6.75 litros ha impulsado los buques insignia de Bentley desde hace más de seis décadas. Se ha ganado la jubilación", ha dicho Peter Bosch, miembro de la junta de la compañía y responsable de Fabricación.

"Me siento extremadamente orgulloso de todas las generaciones de artesanos que meticulosamente han ensamblado cada uno de esos motores a lo largo de los años. Que este motor haya resistido el paso del tiempo es una prueba de la inteligencia de los ingenieros, que lo han hecho más potente, más refinado y más fiable".

"Ahora abordamos el futuro de Bentley impulsados por nuestro excepcional motor V12, por nuestro deportivo V8 de 4.0 litros y, por supuesto, por un eficiente V6 híbrido con el que iniciamos la senda de la electrificación".