COCHES

VÍDEO

Dos Honda Civic Type R, protagonistas de una nueva carrera ilegal

Llegan a alcanzar velocidades de 233 kilómetros/hora sin apenas distancia entre ellos

Ambos coches contarían de serie con un propulsor de 2 litros y 200 o 310 caballos respectivamente

Javier Montoro

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03 Jul 2017 - 16:15

La base de la seguridad vial reside, como en casi todo, en la educación. Sin embargo, siempre habrá una minoría de conductores maleducados, dementes e imprudentes que obligarán al resto a tener que asumir un régimen de velocidad muy inferior a las posibilidades de los vehículos e infraestructuras con los que podemos contar actualmente.

Con la llegada del verano, los accidentes de tráfico crecen exponencialmente y la razón no es otra que un mayor volumen de vehículos en las carreteras entre los que, estadísticamente, también se encuentran un mayor número de inconscientes, quienes no consideran peligroso o susceptible de riesgo circular a velocidades de escándalo entre el tráfico.

Dicho esto, el vídeo del día lo interpretan un Honda Civic Type R MK8 de color negro –fabricado, por lo tanto, entre el 2006 y el 2011– y un Honda Civic Type R MK9 –del 2012 al 2016– llevando a cabo un carera ilegal sobre la autopista de algún país que, a juzgar por su paisaje, los modelos que recorren su asfalto y la cantidad de coches circulando por el carril central y no por el derecho como deberían, podría ser perfectamente España, aunque desconocemos su localización exacta.

Pese a que el primer modelo debería contar con un motor 2.0 con 200 caballos capaz de alcanzar 235 kilómetros/hora y acelerar de 0 a 100 en poco más de 6 segundos, el segundo equipa un bloque similar pero con 310 caballos y 270 kilómetros por hora de punta gracias a un turbocompresor. No obstante, es muy probable que al menos el coche desde donde se realiza la grabación cuente con una serie de mejoras mecánicas entre las que podrían encontrarse una línea de escape de competición y una reprogramación de la ECU. ¡Vaya recuperaciones!

No le deseamos el mal a nadie pero, en vista de este comportamiento, esperamos que las autoridades pertinentes hayan tomado medidas con lo que, a efectos objetivos, es todo un delito contra la seguridad vial, independientemente de la velocidad que alcanzan los dos coches de origen japonés –el ordenador a bordo llega a marcar hasta 233 kilómetros por hora al final del vídeo–.