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Competición

Seat León STCC: cupé y de carreras

Para desarrollar el León STCC se han invertido más de 2.500 horas de trabajo

Bajo el capó encontramos un 3.5 V6 de 410 caballos que envía la potencia a las ruedas traseras

Fernando Ramos

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05 Abr 2016 - 23:33

El trabajo aerodinámico de Seat Sport transforma al compacto español en un atractivo cupé que aspira a hacerse con la victoria del campeonato de turismos sueco. ¿Llegará por fin un León de calle con esta carrocería?

Ha tenido que ser en el desconocido Swedish Touring Car Championship, donde Seat presentaba una de sus mayores sorpresas de los últimos tiempos, dejando a un lado el nuevo Ateca.

Este es el perfecto ejemplo como forma y función no tienen porqué estar enfrentados en lo que a diseño de una carrocería se refiere. Seat Sport junto al especialista Combitech, han incluido soluciones radicales para multiplicar el efecto suelo: portones laterales, alerón trasero desplazado, pasos de rueda modelados por el viento y una zaga más alargada y eficiente que marca el diseño del Seat León STCC.

Para alcanzar este resultado, un equipo de diez ingenieros trabajó durante más de 2.500 horas. El resultado no puede ser mejor y salvando las exigencias de la competición, el diseño ya estaría bastante avanzado para llegar a la calle.

El Seat León STCC incluye también un difusor trasero que se beneficia de las salidas de escape elevadas para aumentar su tamaño y mejorar el apoyo a altas velocidades. Este modelo de competición ha sido desarrollado a partir del León Cup Racer pero utiliza un motor mucho más potente, un 3.5 V6 atmosférico de 420 caballos -130 más que el nuevo León Cupra- que está asociado a un cambio secuencial y que envía toda la potencia a los slick Michelin traseros.

Nacido por y para la competición, el sueño de muchos aficionados parece más cerca que nunca. Aunque la versión 3 puertas se Sport Coupé, la realidad es que todavía esperamos, y ahora un poco más, un verdadero León con carrocería cupé.

Otra cosa es si las cuentas le salen al Grupo VW y a la propia Seat, que pese a estar en período de recuperación tras años difíciles, no puede permitirse aventuras sin un horizonte claro de ventas que la consolide.