La galaxia de Hamilton queda muy lejos para el resto: Pole autoritaria

Muchos no entendieron por qué prefirió seguir compitiendo con el número '44' en lugar del '1', ese que solo pueden llevar los campeones, cuando se proclamó leyenda en Abu Dabi. Sería demasiado insultante que también luciera ese dorsal en su coche cuando ya aparece junto a él en la mayoría de las sesiones de un Gran Premio. Esta vez, lo ha vuelto a hacer. Pero no de cualquier forma. Lo ha hecho a lo grande.

1:32.5. Unos números que significan poco sin acompañamiento, pero que con cuatro ruedas, un coche y el asfalto del Golfo Pérsico dejan la boca abierta a todo el que los mira. Parecía que iba a ser una de las luchas más ajustadas de los últimos tiempos con la amenaza de Ferrari, pero Lewis se montó en su cohete para viajar a otra galaxia. Una galaxia que deja a seis décimas a la Pole de Rosberg en 2014 y a la que nadie más ha podido llegar. Descomunal.

Ya hizo temblar los cronómetros con su vuelta en la Q2 avisando a los demás de que solo lucharían por quedar detrás suya. Y en la Q3 mejoró lo imposible. Así, de la batalla del resto del mundo, en la que también hay que incluir hoy a su compañero, salió victorioso Vettel con un registro de inmensas proporciones para su SF15-T. A 0’4 del Poleman y por delante de Rosberg, quien demostró por qué habla ante los micrófonos: porque en la pista no puede hacerlo.

Así, Sebastian se ha quitado el sábado a uno de los escollos plateados que le separan de protagonizar la segunda sorpresa del año. Para dejar atrás al otro, el más grande, tendrá que esperar a la carrera, en la que con su ritmo y cuidado de los neumáticos habrá más opciones. Tampoco deberían perder de vista en Brackey al otro monoplaza rojo, el de Räikkönen, de igual forma rápido y amenazante para su lugar provisional en el podio. La batalla será dura.

En ella quieren también estar los Williams. Cerca se ha quedado Bottas de hacer sombra a uno de sus cuatro protagonistas. Solo una décima le ha separado de Kimi en un crono muy bueno que ha dejado a un rejuvenecido Massa (con siete años menos si nos vamos a 2008 como él y Smedley dicen) a cuatro décimas. El monoplaza de Grove no está muy lejos de los actores principales en clasificación, pero en ritmo de carrera será bastante diferente.

Lo que sí pueden asegurar los hombres de Martini es que aún son mejores y más fiables que Red Bull. Aunque a una décima detrás de Felipe esté Ricciardo, su plaza como mejor tercer equipo está a salvo. Es más, ese tiempo de Daniel dice más del piloto que de su coche. Pero, si hablamos del resto del Top 10, hay que hacerlo en mayúsculas de un nombre propio: Carlos Sainz. El español ha llevado un Toro Rosso venido a menos a la Q3 de forma magistral.

Y no solo eso, lo ha hecho situándole encima de un Lotus, el de Grosjean, y dejando a su vecino de box a medio segundo. Cierto es que Verstappen ha sufrido problemas con su propulsor (el tercero que monta este año), pero eso no resta ni un ápice mérito al madrileño. Así que, contento Sainz, y también contento su amigo y referencia: Alonso. Ha tenido que esperar a la cuarta cita para cambiar la cara y evitar la vergüenza de caer en la primera sesión.

Noveno en la Q1 y 14º final. Mejor imagen en McLaren, al menos en ese lado del garaje. En el otro solo están los sapos y culebras que ha soltado Button después de que se le parara el MP4-30 cuando no había marcado ni un tiempo. Y los demás: Hülkenberg se estrena en la Q3, Kvyat fuera en la Q1 por vez primera en su trayectoria, al igual que Maldonado con problemas en el motor, y Stevens por delante de Merhi. Mañana hay carrera. ¿Quedará la galaxia algo más cerca?