Lamborghini Aventador SV Roadster: V12 y 750 caballos a cielo abierto

La firma de Sant’Agata Bolognese cierra el círculo de su nuevo deportivo con la versión más exclusiva y espectacular. Sin un superdeportivo exclusivo estilo LaFerrari o McLaren P1, podemos decir que el Lamborghini Aventador SuperVeloce Roadster representa lo más de lo más de la firma italiana.

Se trata del ya rapidísimo Aventador, con carrocería descapotable y en una versión especial que es más potente y ligera, denominada SuperVeloce. Ha sido presentado oficialmente en un evento de alta gama en Monterrey, California.

Sin grandes cambios respecto al SuperVeloce cupé, el Roadster recurre a refuerzos en su monocasco de fibra de carbono para compensar la rigidez que pierde al tener techo desmontable en dos piezas. Este está construido en fibra de carbono, pesa menos de 12 kilos y puede ser guardado en el maletero.

Es 50 kilos más ligero que el Aventador Roadster y permite disfrutar sin filtros del inmejorable sonido del motor atmosférico V12 de Lamborghini. La melodía se convierte en un aullido ensordecedor al alcanzar las 8.400 revoluciones donde rinde 750 caballos, ya lejos de la mítica marca de los 100 caballos por litro. Son 50 más que la variante normal.

Las prestaciones se encuentran entre las mejores del mercado, con un 0 a 100 kilómetros/hora en 2,9 segundos -una décima más lento que el Aventador SV cupé- y su velocidad punta alcanza los 350 kilómetros/hora. Su peso es de 1.575 kilos en seco.

No cambian la caja manual robotizada de 7 velocidades, la tracción integral tipo Haldex, los frenos carbocerámicos o una aerodinámica muy trabajada y que dispone de elementos regulables. Además también son de serie la suspensión magnética o el sistema Lamborghini Dynamic Steering, que permite regular la asistencia de la dirección.

Sólo se van a construir 500 unidades del Aventador SuperVeloce Roadster y se espera tanto o más éxito que su hermano cupé, del que se vendió toda la producción antes de entregarse la primera unidad.

Las primeras unidades se entregarán a comienzo de 2016 y costará la friolera de 357.000 euros –más impuestos- en Europa, casi medio millón de euros una vez incluidos.