Unos Tesla robados de manera estrambótica

La narración es bastante extraña. Cuatro personas entran en un concesionario de Tesla y se llevan parte de los productos expuestos. Hasta ahí nada raro: un robo en toda regla. Pero todo se complica en cuanto la policía detuvo a los sospechosos.

Uno de ellos, Shane Smith, tenía una bolsa llena de llaves al ser arrestado, lo cual no tiene mucho sentido. Menos aún, que entrasen sin forzar nada al concesionario, con las llaves del edificio. Y es que Smith, en declaraciones policiales, afirmó que un hombre llamado Tesla les había regalado los coches. La cosa se pone rara, porque Nikola Tesla ya no forma parte de los vivos.

Otro de los arrestados, sin embargo, afirmó que un familiar había muerto, y que les había dejado todo aquello como regalo, lo cual tampoco tiene mucha solidez como coartada defensiva. Pero lo curioso es que el tipo lo decía en serio.

De hecho, la policía está desconcertada. No hay signos reales de robo ni en el concesionario ni en los coches, dos de los cuales ya han sido recuperados, y uno de ellos porque se quedó sin batería. Pero no hay una explicación sólida para los hechos. Creo que les hace falta la presencia de Iker Jiménez.