El Tesla Model X juega su papel en la misión tripulada de SpaceX

Un Tesla Model X ha llevado a los astronautas hasta la plataforma de lanzamiento después de despedirse de su familia, a la que han podido saludar brevemente desde una distancia prudencial. Estaban ya ataviados con sus trajes espaciales, de corte futurista y fruto de la ingeniería de SpaceX.

El Model X es un SUV de la firma de Palo Alto. Su rasgo más distintivo son sus puertas en forma de ala de gaviota. Equipa dos motores independientes. Su versión Gran Autonomía acredita 422 caballos y 507 kilómetros, mientras que la Performance alcanza los 619 caballos con un recorrido de 487 kilómetros. Cada una cuesta 88.990 y 105.990 euros respectivamente.

Behnken y Hurley se han dirigido entonces hasta el Launch Complex 39, el ‘Complejo de Lanzamiento 39’. La misma plataforma que la NASA usó antaño durante las misiones de la era Apolo, incluido el Apolo 11 que en 1969 concluyó con el primer alunizaje de la historia de la humanidad.

El objetivo de esta misión, cuyo nombre es Crew Dragon Demo-2, es demostrar que SpaceX ya está preparada para afrontar vuelos tripulados. Los astronautas se dirigen a la Estación Espacial Internacional. Elon Musk ya ha dicho que es sólo el principio, pues su ambición es colonizar algún día el planeta Marte.

El cohete en cuestión es el Falcon 9 Block 5, en activo y perfeccionamiento desde el año 2018. Demo-2 es la última prueba para que el sistema de vuelos espaciales humanos de SpaceX reciba la certificación de la NASA para operar misiones tripuladas desde y hacia la Estación Espacial Internacional.

Liftoff! pic.twitter.com/DRBfdUM7JA

— SpaceX (@SpaceX) May 30, 2020