Hyundai Tucson N Line: cara y reglajes más deportivos

Los acabados deportivos dentro del segmento de los SUV son cada vez más comunes. Ahí están ejemplos como el Seat Ateca FR, al que se une desde ya mismo el nuevo Hyundai Tucson N Line. Lo primero que salta a la vista es una imagen más agresiva que viene dada por la presencia de una nueva parrilla delantera acabada en color negro, nuevos paragolpes, un spoiler y unas carcasas de los retrovisores también en negro, llantas de aleación de 19 pulgadas y luces diurnas de led.

El Hyundai Tucson N Line también ofrece una serie de peculiaridades en su interior, de tal forma que contamos con unos asientos deportivos con costuras rojas, las cuales también tienen presencia en el volante. Los pedales, por su parte, presentan un acabado metálico, mientras que la palanca de cambios es específica.

En lo que se refiere al apartado mecánico, de momento sólo tenemos datos de lo que se va a comercializar en el Reino Unido, que no debería diferir mucho de lo que veamos aquí. De esta manera, el nuevo Hyundai Tucson N Line viene con dos motores Diesel y uno de gasolina. Los primeros son el 1.6 CRDI de 136 caballos y el 2.0 CRDI de 185 caballos, ambos con sistema microhíbrido de 48 voltios. La opción de gasolina es el 1.6 T-GDI de 177 CV.

Los cambios no se quedan aquí, ya que el Hyundai Tucson N Line también varía ligeramente su comportamiento dinámico. La suspensión gana en firmeza gracias a la presencia de unos muelles más firmes que los de la versión convencional del SUV. En el tren delantero ganan un 8% de dureza, mientras que en el trasero un 5%. Por último, la marca coreana ha logrado que la dirección tenga un tacto más directo y deportivo gracias a una modificación de software.