El Aston Martin DBR1 es el coche británico más caro de la historia

Esta preciosidad fue la unidad número 1 de los únicos cinco Aston Martin DBR1 producidos. Para más inri, fue el que utilizó el célebre piloto Stirling Moss en su victoria de los 1.000 kilómetros de Nürburgring en 1959, aunque evidentemente ha sido restaurado varias veces desde aquel entonces, sobre todo su motor de seis cilindros y 3 litros de 220 caballos de potencia máxima.

Por un precio final de 19,1 millones de euros al cambio de divisa, esta joya es oficialmente el automóvil británico más caro de la historia, si bien el coche que ha presentado un precio mayor hasta nuestros días es un deportivo coetáneo a este: un Ferrari 250 GTO de 1962 cuyo coste supera los 40 millones de euros.

Según fuentes cercanas al evento, hubo dos personas que se disputaron el clásico por teléfono durante casi 10 minutos hasta que, finalmente, una de ellas salto la barrera que el verano pasado marco aquel D-Type de 1955 con su puja. ¿Sobrevalorado? Un fragmento de la historia de la automoción nunca tendrá un precio objetivo.