Multas de tráfico: historia y origen de las sanciones actuales

Las multas de tráfico contemporáneas tienen una longeva historia. No es algo que se haya inventado en los últimos siglos más modernos, ni mucho menos. De hecho, la primera sanción de tráfico registrada se remonta a algo más de 2.800 años.

Aparece en un papiro egipcio y narra cómo un ciudadano ebrio chocó contra una estatua y atropelló a una niña con su carro tirado por caballos. Conducir sobre los efectos del alcohol y provocar estos incidentes le costó la muerte.

El juez de la época le condenó a estar colgado de los pies en la puerta de la taberna en la que había ingerido el alcohol. Según el escrito, no le soltaron hasta que los carroñeros acabaron con parte de su cuerpo.

Quizá para muchos resulte curioso que llegaran antes las multas por circular ebrio que otras como no respetar señales de tráfico o por exceso de velocidad. Pero hay que entender que eran otras épocas y que el tráfico no era tan masivo como ahora, ni estaba lleno de señales viales.

Además, el medio de transporte era el caballo o el burro, principalmente.

La primera multa de velocidad de la que se tiene constancia es de 1869. El protagonista fue Walter Arnold, mientras circulaba con su automóvil Karl Benz por el condado de Kent, en Reino Unido.

Un policía en bicicleta le sancionó por circular a 13 kilómetros/hora en un vía que estaba limitada a 3,6 kilómetros/hora.

Para Arnold, fundador de la compañía automovilística Arnold Motor Carriage, supuso un antes y un después, pues la multa le sirvió para poner sobre la mesa la necesidad de ampliar los límites máximos permitidos para adaptarlos a los vehículos de antaño. Que por cierto, en Inglaterra ya lo hacía por la izquierda por las razones que te contamos en otro artículo.

Pocos meses después de ser sancionado, consiguió que los gobernantes establecieran el límite en los 24 kilómetros/hora.

Antes de la primera multa por exceso de velocidad, los romanos ya dieron buena cuenta de su organización. Con tantos carromatos tirados por animales, era necesaria una regulación.

La primera restricción se recogió en la 'Lex Lulia Municipalis', en la que se prohibía la circulación de vehículos particulares en horario diurno. Sólo los carros que transportaban material para obras públicas o templos, así como los de soldados de alto rango o sacerdotes podían abrirse paso por Roma con este medio de transporte antes del anochecer.

En España, fue la reina Isabel la Católica quien dictaminó la primera normativa que recogía sanciones de tráfico, ya en el siglo XV. Por aquel entonces la conducción bajo los efectos del alcohol era la principal causa de accidentes.

Por tanto, se acordaron sanciones económicas, la retirada del carro tirado por animales o incluso la prisión, dependiendo de las consecuencias y del estado del infractor.

Un siglo más tarde llegarían otras regulaciones, como la del Virrey de Valencia, quien estableció que se podría excomulgar a cualquiera que aparcase su carro en las calles por las que pasaban las procesiones religiosas.

Para 1767, Carlos III puso en marcha una normativa para evitar la alta siniestralidad que se estaba produciendo en Madrid. Había sanciones económicas para según qué maniobras y el dinero que se recaudaba servía para realizar el mantenimiento de las carreteras.

En 1778, un Real Decreto transfirió al gobierno la gestión de la seguridad y los caminos. Seguramente el primer texto serio y más completo de la época fue el 'Reglamento para el Servicio de Coches Automóviles por las carreteras del Estado' que se publicó en septiembre de 1900.

Aquella especie de código de circulación marcaba que el límite de velocidad en vías interurbanas era de 28 kilómetros/hora, mientras que en las vías urbanas era de 15 kilómetros/hora.

Un gran avance en este sentido llegó en 1934, con el 'Código de Circulación' más parecido al que rige actualmente y que estuvo vigente hasta 2009. No fue hasta 1982 cuando se creó la Dirección General de Tráfico y todo lo que ha supuesto a lo largo de estos años en materia de gestión y control del tráfico rodado.

Desde 2009, se puso en marcha el 'Reglamento General de Conductores', todavía vigente.