En la lista de participantes de este Dakar hay un nombre que me falta. Diría que, sin él, hay un cierto vacío en el Dakar. Quizás porque es el único español que ha ganado la prueba en coches y en motos, uno de los tres grandes que lo ha conseguido: Hubert Auriol, Stephane Peterhansel y, claro, Nani Roma.
En el Gran Premio de Suecia de 1978 apareció el Brabham BT46 con una forma curiosa. Su parte trasera era abultada… porque tenía un imponente ventilador. El coche que dominó el Gran Premio de Suecia para no reaparecer jamás. Fue una decisión personal de Bernie Ecclestone, entonces propietario de Brabham y que aspiraba a controlar la Fórmula 1.
Recientemente falleció Aleardo Buzzi, un hombre clave en la transformación de la F1 aunque desconocido por los aficionados. Su huella todavía permanece en la mente de muchos aficionados e incluso los más jóvenes han oído hablar de ella, de la obra no del personaje.
Los aficionados no dan el mismo valor a todos los Grandes Premios. Ganar en Mónaco, Spa, Monza o Silverstone, incluso en Japón, no tienen el mismo valor emocional que hacerlo en Hungría, Bakú o Abu Dabi, por ejemplo.
¿Qué futuro le espera al equipo Williams? El diagnóstico no puede ser precisamente optimista, sino más bien todo lo contrario, ya que Jost Capito, el que ha sido 'team principal' estas dos últimas temporadas, antes de su cese dio una pista sobre el problema real de Williams.
Rubens Barrichello estalló en júbilo. Casi no podía creerlo. Su ‘regalo’ de los 50 años —los cumplió en mayo— llegó con unos meses de retraso, pero llegó.
Christian Horner tiene muy claro que el éxito de Red Bull en F1 tiene tres nombres, tres patas. Es como un taburete, con tres patas no baila: con cuatro, lo hace; con dos no se sostiene. Tres patas claras: Adrian Newey, Helmut Marko y el propio Horner, claro. Tres patas y un pegamento especial, el malogrado Dietrich Mateschitz.
¿Dónde recalarán Jost Capito y 'FX' Demaison? Hay quien los coloca en Sauber, donde está a punto de aterrizar Andreas Seidl, a quien McLaren no ha impuesto periodo de 'gardening'.
El mejor motor de competición de la historia ha sido, sin duda, el Ford-Cosworth DFV. Triunfó en F1, en Le Mans y con los debidos ajustes también ganó en Indianápolis y fue el propulsor de la F3000.
¿Ford de vuelta a la F1? ¿De la mano de Red Bull? Algo de ello se está gestando.
