Alex Palou: rumores y la tercera victoria seguida antes de la fase decisiva de la IndyCar

Vienen días intensos, aquí en la IndyCar. Esta semana me voy a Canadá para correr en Toronto, que es un circuito urbano. Y de ahí saltaremos la semana que viene al oval de Iowa, que tiene la particularidad de organizar dos carreras seguidas en dos días. De modo que, aunque la ventaja en el campeonato es importante, son días clave porque en un abrir y cerrar de ojos habrán pasado tres de las ocho pruebas que quedan en el calendario.

Siento que estoy en el mejor momento de mi vida. Nunca había ganado tantas carreras seguidas desde el karting, que es una historia completamente distinta, y con monoplazas nunca había tenido tanta confianza como ahora. Estoy en mi cuarto año en la IndyCar y mi confianza en el coche, en el equipo y en los circuitos, en el campeonato en general, es muy alta. Es verdad que la mayoría de pilotos llevan más tiempo que yo, por lo que supongo que todos podrían decir lo mismo, pero sí que noto un cambio.

Siempre hemos sabido que tenemos ritmo para ganar carreras, pero nunca piensas que vas a ganar tres seguidas. Estoy muy contento por cómo está yendo todo, porque nos lo estamos currando. No hemos tenido fines de semana perfectos, ni mucho menos. En Detroit sí que dominamos, pero en Road America tuvimos un accidente en los entrenamientos y en Mid-Ohio no tuvimos ritmo hasta la el domingo. Estoy contento y con ganas de más, porque creo que podemos conseguir más victorias. Quizá no tan seguidas, porque es demasiado, pero sí que podemos ganar algún trofeo más.

¿Cómo es que ahora de repente estamos ganando tanto? Es una combinación de varios factores: mi experiencia y mi confianza, unos reglajes muy buenos que pulimos en cada circuito y unas estrategias y paradas en boxes muy rápidas. Así que, aunque desde fuera puede parecer que estamos dominando, la realidad es que no es así. Simplemente estamos sabiendo sacar el máximo de cada evento y eso se ha notado mucho en los puntos y en los resultados. Y es un círculo virtuoso, porque cuando las cosas empiezan a ir bien te sientes todavía más fuerte, el coche va más rápido y el equipo hace mejores decisiones con la estrategia. Un buen momento llama a más momentos buenos, así que aprovecharemos mientras dure.

Ayer estuve en el simulador de Honda. Como sabéis, en la IndyCar sólo hay dos simuladores y son de los fabricantes de motores. Los pilotos de Honda trabajamos en uno y los de Chevrolet, en el otro. A la práctica, acabo teniendo algo más de medio día de simulador para preparar cada pista. Cuando llegamos ahí, lo primero que solemos hacer es cargar los reglajes de la temporada pasada y comprobar que el simulador nos da los mismos datos que veíamos en la pista. A partir de ahí, empezamos a trabajar a partir de anotaciones que habíamos hecho. Por ejemplo, si había una curva determinada de Toronto que se nos daba mal, le dedicamos tiempo para buscar soluciones. Y con todos los datos que generamos podemos hacer dos cosas: transformarlos en un set-up base para cuando llegamos al circuito con el coche de verdad o usarlo como experiencia, como una herramienta para saber cómo tenemos que reaccionar durante el fin de semana en caso de que tengamos algún problema en la pista u ocurra determinada circunstancia.

Los reglajes son algo bastante divertido, porque podríais pensar que siempre son los mismos. A fin de cuentas, el coche no cambia desde hace mucho tiempo y siempre visitamos los mismos circuitos, así que podríais pensar que, si das con el set-up perfecto una vez, lo tienes para siempre. Pero no es así, porque hay variables que son distintas, básicamente dos: las condiciones de la pista y los neumáticos, que cambian cada temporada. Así que las cosas pueden ser muy distintas de un año a otro y casi nunca usas el coche como la temporada anterior. Esa también es una forma de ver el nivel de los equipos, porque los tiempos siempre mejoran; siempre vamos un poco más rápido que la última vez que habíamos estado en ese circuito. Cada vez le sabemos sacar más rendimiento al coche.

Ahora toca Toronto, donde el año pasado salí último y remonté hasta la sexta posición después de tener un accidente en los entrenamientos y un problema de motor en la clasificación. Lo afronto con ganas, porque me gustó la pista y después de lo visto en Detroit confío más en mi estilo de conducción en los urbanos. Sé que ahora mismo tengo una buena ventaja en el campeonato, pero intentaré que no me afecte. Al final, sé que la manera de ser campeón es ganando carreras y sumando tantos puntos como pueda. Aún es demasiado pronto para especular, así que hay que atacar y ampliar la ventaja en cuanto se pueda. Misma actitud que al principio de la temporada.