13 días para los test: Ecclestone, el robo del tren de Glasgow y el trofeo a los promotores del GP

Pero Ecclestone era un gran negociante, hábil regateador. Dicen que ganó mucho dinero comprando solares deshabitados en Londres tras la Segunda Guerra Mundial y revenderlos a las constructoras más adelante. Y que esta vocación le venía de pequeño, cuando este hijo de pescadores, compraba caramelos por un chelín y los revendía por dos a sus compañeros de colegio.

Pero durante muchos años se dijo que el verdadero origen de su fortuna venía del asalto al tren de Glasgow en 1963. Un robo sonado, muy bien preparado, en el que los ladrones se hicieron con un botín en billetes usados y por tanto irrastreables, de 2,5 millones de libras esterlinas, lo que hoy equivaldría a casi 60 millones de euros.

¿De donde viene la relación? En parte porque hay una coincidencia temporal. El robo fue en 1963, poco antes de que Bernie reapareciera en el mundo de las carreras, que había abandonado unos años antes. En 1957 se convirtió en manager de Randy Stuart-Lewis, uno de los más prometedores jóvenes pilotos británicos y en 1963 llegó a comprar un Connaught-Alta para intentar correr en F1; en Mónaco no se clasificó y comprobó que no era suficientemente rápido, pero fue el mortal accidente de Stuart-Lewis en Marruecos lo que le llevó a centrarse en su negocio de compraventa por un tiempo.

De la relación se habló más porque Ronni Biggs, considerado uno de los cerebros del robo y que había huido a Brasil, fue visto en varias ocasiones en la parrilla de salida del G.P. brasileño, con el pase correspondiente.

Bernie lo negó siempre. En 2005, cuando se lo preguntaron, señaló que “nunca he pertenecido a esa banda. En mi opinión, no había suficiente dinero en este tren. Y, en cualquier caso, yo lo habría hecho mejor que ellos”.

Más adelante, Bernie reveló por qué lo relacionaron. Fue por Roy James, quien se vanagloriaba de haber competido contra Jackie Stewart y haberlo ganado en los inicios de sus carreras. 

James tenía talento como piloto, pero no tenía dinero. Trabajaba en Harrods como platero, pero eso no le permitía correr, aunque se las ingenió para hacerlo en karts en 1960. 

Sus habilidades al volante no pasaron desapercibidas a Bruce Reynolds, el cabecilla de la Banda del Suroeste y decidió emplear a James en alguno de sus muy estudiados asaltos. James participó en el gran robo en el aeropuerto de Heathrow como conductor de uno de los coches de fuga y con las ganancias se compró un coche de Fórmula Junior que había pertenecido a Jack Brabham y con el que ganó varias carreras

Estando en Goodwood un jueves antes de la carrera, su imagen apareció en todos los periódicos y desapareció rápidamente, pero fue detenido una semana más tarde y condenado a 30 años.

Salió mucho antes, en 1972, y fue a pedir trabajo a Bernie, a quien conocía. "No lo empleé, pero el encargue un trofeo, el que dábamos a los mejores promotores de Gran Premio cada año. Eso hizo. Pero los promotores no lo sabían", explico muchísimo después. 

Ahora sí lo saben. Ese trofeo se entrega -o se entregaba hasta hace poco- en la Gala de Premios de la FIA.