Volkswagen eGolf R: ¿un eléctrico picante en camino?

El futuro de la automoción pasa por la electrificación, ya sea parcial en un principio o total con el paso del tiempo. Una de las preocupaciones de nosotros, los aficionados al motor, es comprobar si los modelos deportivos podrán brindar aún esa emoción que produce un motor al subir de revoluciones. Los diseñadores gráficos no pueden responder a esa pregunta, pero sí que pueden aventurar cómo será este futuro no tan lejano a nivel de imagen.

Es el caso del artista gráfico Emre Husman, que ha publicado estos bocetos de un hipotético Volkswagen eGolf R. El resultado no se puede decir que sea insulso ni mucho menos, pues cuenta con muchos detalles interesantes como el logotipo de la marca y la franja que lo recorre iluminados, tanto en el frontal como en la parte trasera, los trabajados faldones laterales o las cámaras que toman el lugar de los retrovisores tradicionales. Otros detalles como la cuádrupe salida de escape nos hacen pensar que el diseñador ha optado por dotar a su creación de un sistema híbrido, o que simplemente ha querido dejar este elemento como reminiscencia del pasado.

Esto no deja de ser un diseño salido de la mente de un artista, algo que no impide reconocer que las marcas sí que se han puesto las pilas para tratar de demostrar que electrificación y deportividad no están reñidas en absoluto. Nissan estrenó una versión Nismo del Leaf, mientras que Peugeot presentó hace unos años un 308 R Hybrid que montaba un motor de 500 caballos, aunque no pasara de ser un prototipo de muestra. BMW, por su parte, deja claro con el i8 que un supercoche híbrido puede comercializarse en serie, a lo que podemos unir otras marcas que se han dedicado a la creación de auténticos hipercoches eléctricos, como Rimac o Nio.

Volkswagen este año introducirá una nueva gama de vehículos caracterizados por ser puramente eléctricos. El primero de ellos, el I.D. Neo, llegará al mercado a finales de año, y se enfrentará a rivales como el Nissan Leaf, Hyundai Kona o Kia e-Niro, además de marcar un punto de inflexión en la historia de la firma de Wolfsburgo.