Mini John Cooper Works GP Concept: ahora en vídeo

Toma su inspiración del Mini que ganó el Rally de Montecarlo en 1967, es decir, hace 50 años, y de él adopta su alma competitiva y de rendimiento más puro a bordo de uno de los coches compactos más exitosos desde su relanzamiento. Una licencia poética en cualquier caso cuando se está ante un biplaza con las tecnologías más actuales y que trasmite agresividad con su diseño.

Sus aditamentos aerodinámicos, su alerón o su ensanchada zaga no dejan indiferente a nadie. Las canalizaciones de aire son múltiples, y los pequeños apéndices aerodinámicos están por todos lados.

Esta agresividad es lo que define al conjunto, con el gran spliter frontal, la inmensa parrilla en panal de abeja con toques rojos, o los pasos de rueda anchos, todo aderezado con unas enormes llantas de 19 pulgadas. En su interior los detalles también son igualmente deportivos con su doble esfera en el cuaro de mandos, su volante deportivo multifunción y sus acabados con detalles en rojo, igual que en el exterior.

Con todo, el Mini John Cooper Works GP Concept no sólo es un conjunto que resulta muy aerodinámico, sino que también es ligero. Los paneles de fibra de carbono son protagonistas, pero este material también llega a sus espejos retrovisores y a ciertos acabados en su interior. Al final, cada detalle cuenta a la hora de buscar las mejores prestaciones y por ello su habitáculo se asemeja al de un coche de competición, contando sólo con lo impresncible.

De hecho, es evidente que hablamos de un coche pensado para la competición, para el rendimiento puro, y por eso el interior está desnudo. Este no es un Mini para hacer un viaje, ni para ir por la ciudad. Es un Mini que responde a su nombre, que glorifica a John Cooper en toda su extensión, y que llega para despertar nuestros más salvajes instintos de velocidad.

Un Mini Cooper puro.