Así es el coche cooperativo de Mercedes

La conducción autónoma continúa su avance desde muchos frentes y, entre los apartados que se encuentran bajo estudio, uno de los más importantes se centra en la interacción de los vehículos autónomos con los peatones y ciclistas. Algo básico para ofrecer la máxima seguridad en cualquier desplazamiento, al conocer en todo momento qué movimiento se dispone a realizar el vehículo.

Mercedes es una de esas marcas que trabajan a pleno rendimiento en este campo y, con motivo del próximo Salón del Automóvil de Ginebra que se celebrará del 7 al 17 de marzo, presentará un prototipo equipado con un sistema especial para interactuar con peatones y ciclistas mediante iluminación de 360 grados. Un laboratorio rodante, basado en el Mercedes Clase S, que se ha puesto a prueba en condiciones reales de circulación y mediante un estudio para conocer cuál sería el tono de la iluminación.

El sistema de iluminación que equipa este Clase S está situado en el techo y ofrece un tono turquesa, nunca antes usado en la industria del automóvil, que ha sido seleccionado tras un estudio donde la mayoría de los participantes prefirieron ese color en la señalización, así como una iluminación de 360 grados. De esta forma, la comunicación entre máquina y personas, resulta más fluida y ofrece una mayor seguridad.

Su funcionamiento es muy sencillo. Cuando el vehículo se encuentra en modo de conducción autónoma la iluminación se mantienen permanentemente encendida incluso en parado. Cuando el vehículo frena, dicha iluminación parpadea lentamente y si se dispone a iniciar la marcha, ese parpadeo se produce de forma más rápida.

También se han probado diferentes diferentes formas de comunicación y localizaciones para la iluminación como en la calandra, los espejos laterales, la zona baja de las ventanillas y el parabrisas. Así, cuando el vehículo pretende iniciar la marcha en modo autónomo, unas hileras de luces alrededor del vehículo emiten una señal específica, se despliegan los espejos laterales y la suspensión levanta la parte trasera del coche en primer lugar, para hacer lo propio después con la delantera. Cuando se encuentra con un peatón o un ciclista en el camino, enciende la iluminación para indicar que han sido reconocidos de forma que recrea el contacto visual que se produciría entre el conductor y el resto de usuarios de la vía.

Según Mercedes, las personas están acostumbradas a buscar contacto visual con los conductores cuando quieren cruzar la calle. Si se comunica a los usuarios de la vía que el vehículo se encuentra en modo autónomo con señales luminosas, los peatones pueden sentirse más seguros. Además, la marca continúa el trabajo de investigación sobre otras propuestas de mayor alcance para facilitar una "confianza informada" entre personas y máquinas.