Multa de 179 millones de dólares al gurú de Google que se fue a Uber

El automóvil se enfrenta a tres cambios de paradigma en las próximas décadas: la transición de los combustibles fósiles a la tecnología sostenible, el auge de los vehículos compartidos con un nuevo régimen de propiedad y la conducción autónoma. Tan grande es la oportunidad de negocio que Alphabet, la matriz de Google, tiene en cartera la filial Waymo, que trabaja en el coche autónomo del mañana.

Uno de los empleados de ese proyecto era Anthony Levandowski, que se marchó de Waymo para fundar Otto, que al cabo de poco fue comprada por Uber. Eso hizo saltar todas las alarmas. Google le denunció por 33 cargos de robo de secretos comerciales, que habrían servido para que Uber accediera a 14.000 documentos clasificados de Waymo.

A partir de ahí, todo han sido desgracias para el gurú. No sólo ya no trabaja en Uber, donde llegó a dirigir la unidad de tecnología autónoma, sino que ahora ha sido condenado a pagar una multa de 179 millones de dólares a Alphabet para zanjar su batalla legal.

Ahora se ha declarado en bancarrota argumentando que sus activos no alcanzan los 100 millones de dólares, a pesar de que es sabido que Google le pagó un bonus de 120 millones. Su equipo legal quiere conseguir que Uber se haga cargo de la indemnización argumentando que el contrato de Levandowski le protegía.

Levandowski no es el único exingeniero de Google enfrascado en problemas legales. Lion Ron trabajaba en Waymo cuando decidió marcharse con él para cofundar Otto y luego recalar en Uber, donde todavía sigue. En febrero de 2020 fue sentenciado a pagar una multa de 9,7 millones de dólares, de la que se ha hecho cargo Uber.