Vic Elford, el último mohicano

Fernando Alonso admitió que siente curiosidad por probar un día correr en un rally. Y ello me ha traído a la memoria, coincidiendo con la participación del asturiano en las 24 Horas de Daytona y su más que probable desembarco en Le Mans que hace justo ahora 50 años Vic Elford ganó…. ¡el Rally de Montecarlo!, pero también que quizás sería una figura en el que Alonso podría inspirarse.

Porque hay más. Sólo nueve días después de ser proclamado ganador en la Plaza del Castillo de Mónaco, Vic ganaba las 24 Horas de Daytona, la prueba que este fin de semana Fernando gustaría unir a su palmarés.

Vic es casi un desconocido para los aficionados nuevos. Pero ha sido uno de los pilotos más polifa  céticos de la historia. Y aquel 1968 fue su gran año. Piloto oficial de Porsche en Rallies y el Mundial de Resistencia, pero también el de su debut en F1.

No tenía posiblemente pensado correr en F1. Pero Brian Redman se lesionó y John Cooper necesitaba un sustituto. Tras un corto test, Cooper le ofreció 200 Libras para correr con el Cooper-BRM oficial en el GP de Francia, donde en el GP de Francia con un Cooper-BRM acabando 4º pese a su inexperiencia. Más adelante acabó 5º en Canadá y 8º en México, sumando otros cuatro abandonos.

Así que Elford no es el único piloto de F1 que ha ganado un gran rally. También lo logró Louis Chiron, ganador; el monegasco es el único que tiene algo muy especial en su palmarés: ganó tanto el G.P. de Mónaco –1931–, como el Rally de Montecarlo –1954–; en ambos casos los respectivos campeonatos del mundo no existían todavía; pero en 1951 subió al podio en Mónaco, esta vez sí que dentro del Mundial de F1.

Elford, que se había iniciado como copiloto y corrió un Montecarlo como tal, triunfo en el Rally de Montecarlo en 1968, cuando todavía el CSI –la parte deportiva de la FIA en la época– todavía no había imaginado el Mundial de Rallies, pero había unas cuantas pruebas de gran prestigio internacional: RAC, Acrópolis, San Remo –o Rally de la Fiori–, Tulipanes, Copa de los Alpes, Tour de Corse, 1000 Lagos, Sweden, etc, agrupadas las mejores en el Campeonato de Europa de Rallies. Un título que Vic había ganado el año anterior en 1967 con un Porsche 911 del grupo 3, los GT de serie.

Vic Elford durante el Rally de Montecarlo 1968

En Daytona, el Porsche 907 que compartía con Jochen Neeparch, Jo Siffert, Rolf Stonmelen y Hans Hermann, se impuso con nada menos que 5 vueltas de ventaja. Hacía sólo 9 meses que había debutado a nivel internacional.

Pero su leyenda nació en la Targa Florio. Se le aflojó una rueda, pinchó y tuvo que parar inesperadamente en boxes. Perdió 16 minutos que acabó recuperando en un turno de cinco horas seguidas conduciendo, rebajando el récord de vuelta para ganar con 3’ de ventaja. Quizás fue eso lo que llamó la atención de John Cooper le dio la oportunidad -a los 33 años- de debutar en F1. En el G.P. de Francia de su debut, en Rouen, no conocía ni coche ni circuito; fue último en la calificación, pero en la carrera llovió y su talento de piloto de rallies le llevó a acabar 4º el mismo día que Jo Schlesser fallecía en accidente a los mandos de su Honda; el chasis de magnesio –metal inflamable– del coche japonés prendió como una bengala.

Vic explicó a Simon Taylor que comenzó en rallies y de copi "porque no tenía dinero. Mi familia no lo tenía, regentaba un pequeño café. Pero yo quería correr aunque fuera sentando en el asiento equivocado", dijo en declaraciones recogidas por el portal estadounidense Motorsport.com. Seis de copiloto, especialmente de David Single-Morris, en los que descubrió los primeros eventos internacionales, Tulipanes y Montecarlo.

Parecía destinado al papel de copi, pero en 1961, cuando estaba en el equipo BMC, es decir los Mini Cooper, le dijo al jefe del equipo que le dejara "pilotar. Estoy seguro de que lo haré mejor que muchos de los pilotos". Aseveración que le valió el despido y se compró un Mini 850 ex oficial con el que ganó su primera carrera, en Mallory Park. Pero el dinero escaseó y lo vendió.

Las carreras parecían acabadas para él cuando en 1962 le prestaron un DKW para un par de pruebas nacionales que le ganó y le valió entrar en el equipo Triumph. Fue uno de los primeros en llevar notas, "aunque no creo que las inventase, sino simplemente las llevamos a un nuevo nivel".

En 1964 era piloto oficial de Ford, pero no estaba muy contento en el equipo y llamó a Huschke Von Hanstein para ofrecerse. Von Hanstein le dijo que no tenían programa de rallies, no tenían un coche de rallies, "no puedo pagarte ni pagarte gastos. Todo lo más puedo dejarte un coche para el Tour de Corse". Elford lo pagó todo de su bolsillo, entreno diez días y justo antes de la carrera Porsche le envió el coche dos mecánicos y dos juegos de ruedas, sin recambios "porque los Porsche no se rompen". Acabó tercero.

Vic Elford, ganador de las 24 horas de Daytona en 1968

Así dio inicio una gran carrera, tanto en rallies como en circuitos, ganó el Marathon de la Ruta –84 horas de Nürburgring– con un Porsche automático, quizás la primera victoria de un automático.

Después, Vic condujo para otros equipos. Pasó a Alfa Romeo, corrió en Sport 2 litros y en F2, condujo en la CAN-AM uno de los Chaparral de Jim Hall. Hizo las 500 Millas de Daytona en Stock Cars, en la Trans-Am, utilizó aquel coche 'kart' que hizo Shadow para la CANAM, el bólido más pequeño del mundo, ayudo a Toyota a concebir su Grupo 7. Y pasó a dirigir el equipo Inaltera de Le Mans, el equipo de Jean Rondeau antes de correr en 1983 el París-Dakar y el Safari.

No cabe duda. Vic fue el último –o el penúltimo– mohicano. Pertenece a esa generación de pilotos con tremendo talento que se atrevían a todo, que corrían en cualquier cosa que les dejaran. Su palmarés es impresionante, sobre todo en Resistencia, aunque quizás le faltó algo de suerte en las 24 Horas de Le Mans, la única prueba en la que tuvo que hacer de tripas corazón para sacar al 917 cola larga toda la velocidad punta que podía, unos 350 km/h, cuando antes difícilmente se alcanzaban los 300 km/h de punta.

Vive en USA desde hace más de 20 años. No está alejado por completo de las carreras. Él fue quien trajo a Milka Duno a Europa para correr las World Series Renault. 

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