Ferrari, ¿amenaza o farol?

En el pasado Ferrari ha amenazado varias veces con salir del Gran Circo. En la era Ecclestone, sus 'amenazas' eran, sobre todo, simple presión, para conseguir algunas prebendas, sabedores que que el viejo Bernie tenía muy claro que la categoría reina sin Ferrari no era Fórmula 1 o, por decirlo de otra manera, los coches del Cavallino Rampante eran los únicos imprescindibles para su campeonato del mundo.

¿Pero sucederá lo mismo con Liberty? No lo tengo del todo claro. Por supuesto, los nuevos 'dueños' de la F1 no quieren perder a los rojos, pero también tienen muy claro que deben evolucionar, abandonar –limitar si lo prefieren– la carrera armamentística y tecnológica para fijarse más en el show. Bajar los precios de muchas cosas –fijos de los circuitos y entradas a los Grandes Premios, entre ellas– aunque que sea a costa de aumentar el número de carreras para mantener el nivel de ingresos.

Ferrari ha insinuado dejar la F1 para volver a Le Mans en varias ocasiones, pero no lo cumplió. Sólo amagó fuerte con irse a la Indy en 1986, incluso fabricó un coche para ello...  pero era la forma con la que Enzo Ferrari quiso presionar a la FIA. Resultas de todas estas presiones y posiblemente de otras negociaciones que no han trascendido, dos logros importantes: una primera especial de la FOM a Ferrari, sobre los 100 millones de euros, por ser el equipo que es y el derecho a veto en todas las decisiones sobre las reglas del Campeonato.

Un derecho a veto que nunca ha sido ejercido, aunque Luca Montezemolo vino a admitir en su día que se equivocaron al no vetar algunas de las reglas hoy en vigor.

Así que la amenaza quizás hay que tomarla por este lado. Maurizio Arrivabene dijo en México que por el momento no veían necesario integrar su derecho a veto, pero quizás ello se deba a que espera que FIA y Liberty 'recapaciten', con unas reglas que al menos no sean desfavorables a los intereses del equipo de Maranello.

Por eso me inclino más por el farol. Abandonar la F1 es por el momento impensable… salvo que Marchione asuma el elevado riesgo de alejar Ferrari de la competición y sólo mantenerla para sus 'clientes' que correr en GT y que tan importantes ingresos representan para Maranello. 

Fernando Alonso ha dicho recientemente que hay vida fuera de la F1. Esto es cierto para un piloto y puede ser asumible para un gran constructor. Pero en el caso de Ferrari no; no hay, en estos momentos, alternativa real a la F1 para ellos. 

La Indycar tiene unas reglas que no le permiten poner un pie en ella; los chasis son estándar para todos y sólo se puede trabajar con los motores homologados y ofrecidos a clientes. 

Y Le Mans es toda una incógnita por cuanto también busca sus propias reglas y sin un rival claro en el horizonte. La presencia de Porsche y la leyenda de aquellos duelos entre la marca italiana y la alemana de los 70 podría ser un aliciente, pero los germanos abandonan las 24 Horas y el Mundial de Resistencia, como hizo un año antes Audi, y sólo quedaría Toyota y algún constructor privado pero sin el aura, ya que son de nuevo cuño. 

Así que es muy probable que la 'amenaza' de Marchionne tenga más que ver con un toque de atención a Liberty, para que las nuevas reglas resulten interesantes para ellos, sin tener que aplicar el derecho a veto, que posiblemente no sería bien visto por todos.