Cristóbal Rosaleny te lleva a Brasil 1991 en Hora de F1

El programa, presentado por Antonio Lobato, completo se podrá visualizar en cualquier momento repetido bajo demanda en la web de Movistar+, aunque de cualquier forma os dejamos a continuación un pequeño resumen de su contenido.

Gran Premio de Brasil sigue siendo, para muchos, sinónimo de Ayrton Senna. Aunque el brasileño debutó en Fórmula 1 en 1984, no sería hasta 1991 cuando llegaría su primera victoria en Interlagos, una de esas que cuesta sudor y lágrimas.

"El fin de semana se planteó muy bien para el equipo Mclaren: Senna consiguió una pole cómoda y la carrera la estaba dominado a placer. Sin embargo, los problemas vinieron a falta de 11 vueltas para el final: Senna se quedó sin la cuarta velocidad de su caja de cambios, así que tenía que pasar de quinta a tercera", arranca Rosaleny.

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Para contrarrestar sus problemas, a Senna le cayeron dos pequeños regalos del cielo: el primero el abandono de su principal rival, Nigel Mansell, porque se le rompió el cambio por completo y el segundo, la llegada de la lluvia mientras se defendía del otro Williams, el de Riccardo Patrese. Más tarde perdió también la tercera y la quinta velocidad y muchos se preguntan todavía cómo logró ganar, pero lo hizo.

"Los problemas de Senna fueron a más: perdió la quinta velocidad, perdió la tercera, así que sólo se quedó con la sexta para hacer las últimas vueltas de la carrera. En las curvas lentas, parecía que el coche se le iba a calar, pero llegó hasta la línea de meta y consiguió el triunfo", relata nuestro codirector.

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Alivio, rabia y dolor fueron las consecuencias de toda esa tensión acumulada durante las últimas vueltas. Los gritos de Senna por la radio hicieron que el doctor de la Fórmula 1 le asistiera inmediatamente antes de la celebración del podio. Allí Juan Manuel Fangio le obsequió con el merecido trofeo, que dedicó a unos aficionados que no olvidarían ese día.

"Nada más terminar la carrera, Senna se puso a gritar, por la radio, por alivio, rabia, pero sobre todo por dolor. La tensión extrema que había vivido le empezó a provocar calambres en los brazos y cansancio total. Tuvo que pararse en medio de la recta de meta. Incluso el doctor de la F1 tuvo que ir a ayudarle, pero finalmente llegó al podio", cuenta para terminar.

Y de la primera victoria en Interlagos a la última de Senna en F1. De la última justo hoy se cumplen 25 años, fue la número 41 del piloto en la categoría reina, la de Adelaida en 1993 y se recuerda, sobre todo, por esta fotografía: 

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