Las bajas temperaturas previstas para el Gran Premio de la Vegas, un quebradero de cabeza para los equipos

No lo están por la pista en sí, un circuito urbano más, sino por los horarios. El Gran Premio no ha sido pensando como una carrera más, sino como ‘el espectáculo’ y eso significa una serie de concesiones que serían impensables en cualquier otro lugar. Lo de concesiones es un decir porque Liberty en este caso es el promotor principal del Gran Premio.

Y entre las concesiones, que son muchas, hay una que afecta directamente a la carrera: su horario. Clasificación, a medianoche. Gran Premio, a partir de las 22 horas. No es un problema de ‘jet lag’, sino de temperatura.

A esas alturas del año, en Las Vegas las temperaturas nocturnas pueden descender por debajo de los 10º. El descenso de temperaturas entre día y noche es muy acusado. Y por tanto, llevar los neumáticos a la temperatura adecuada, a la ventana ideal de trabajo, y sobre todo mantenerla, no va a ser tarea fácil para nadie.

Los equipos desempolvan datos de cuando la pretemporada se llevaba a cabo en Barcelona, con temperaturas por debajo de los 10º, incluso de los 6 o 7 en ocasiones. Y recuerdan que se habían llevado algunas sorpresas al respecto.

El bajón de temperaturas tiene otras incidencias en los coches. Por ejemplo, aumenta la ‘downforce’ porque el aire es más denso. Y el aire más denso implica mayor cantidad de oxígeno en el motor. Puede mejorar la refrigeración del motor… y que la de los frenos resulte excesiva.
Como se ve una cantidad de parámetros nuevos con los que lidiar porque hace dos años que no hay test en Barcelona y los datos ya tienen un cierto tiempo en un deporte donde los datos pueden envejecer rápidamente.

Pero el que preocupa más a los ingenieros es el de los neumáticos. Temen que vuelva a aparecer el ‘graining’, ese fenómeno del que en otras temporadas se hablaba mucho y  del que se quejaban los pilotos y que este año parece, si no apartado, por lo menos muy controlado.

Esos ‘granos’ que aparecen en la capa de rodadura de las gomas, que impiden el agarre correcto. Un fenómeno que en ocasiones los pilotos logran eliminar, conduciendo con cuidado y ‘limpiando’ la goma y, en otras, desgasta tanto la capa de goma que al limpiarle te quedan sin banda de rodadura.

Un fenómeno en el que entrarn muchos factores, no sólo la temperatura. El tipo de asfalto, el estilo de conducción, la gasolina que hay en el depósito...

Las simulaciones, seguro, deben estar al orden del día en todos los equipos… por si a Red Bull le sucede lo que ocurrió en Singapur. Una oportunidad hay que aprovecharla y si es en Las Vegas todavía más.