A subasta 13 joyas Ferrari

Vayamos por partes, y comencemos por el principio. De 1961 nos llega el Ferrari 250 GT SWB Berlinetta número 110 de los 165 fabricados. Carrozado por Scaglietti, contaba por supuesto con el motor V12 de 3.0 litros y 260 caballos, pero además fue un modelo que tuvo mucha actividad deportiva. Se espera obtener por él entre 7’41 y 8’72 millones de euros.

De la cosecha de 1967, el precioso 275 GTB/4, obra también de Scaglietti. Un vehículo que era en el fondo la evolución lógica del anterior, y que mantenía el V12, pero de 3.3 litros y entre 280 y 300 caballos. Steve McQueen, ‘The King of Cool’, tuvo uno, así que imagínate lo resultón que es. Su precio rondará los 2’62 millones de euros.

Vamos luego con uno de 1969, pero muy especial, y que no es un Ferrari. Dino, el maravilloso Dino 206 GT, el homenaje de un padre a su hijo. El primer modelo de serie salido de Maranello con motor central trasero. Un coche de un equilibrio estético todavía asombroso, y que equipa un motor V6 de 2.0 litros con 160 caballos. Un Dino es un Dino, y Ferrari un Ferrari. Su precio oscilará alrededor de 610.000 euros.

De poco tiempo después, 1976, una joya. Un Ferrari 308 GTB, pero de fibra de vidrio, por lo tanto, de los primeros producidos, porque pronto se volvió al acero. El precio puede rondar los 176.000 euros, que puede parecer barato, pero en cuanto al modelo en si, se construyeron muchos.

Por si no te gusta, dos tazas. Sí, pero de 512 BBi. Hay dos modelos en la colección. Se trata de un coche con el motor bóxer V12 de 5 litros y 360 caballos, que cuentan con la inyección Bosch K-Jetronic, de ahí que sean de los últimos producidos, de 1983 y 1984. Su sonido es emocionante, así que los alrededor de 262.000 euros por cada uno puede ser un precio muy interesante.

Hay también un 328 GTS, que será tuyo por unos 75.000 euros, y que es el más asequible del lote, al que acompañan otros modelos más modernos, como un raro 575 Superamérica, la versión cabrio del 575 Maranello -349.000 euros-, un 599 GTO por 654.000 euros, un 360 Challenge Stradale -262.000 mil euros-, un 430 Scuderia por 240.000 euros, y la versión roadster del modelo, el 16M Scuderia Spider por 327.000 euros.

Y sobre ellos, sí, no podía faltar. El legendario F40, maravilloso ejemplo de cómo crear un coche de carreras para la carretera, básico, brutal. El último nacido en vida de Enzo, y que, en el modelo a subasta en concreto, data de 1991. Tuyo por el módico precio de 1.220.000 euros.

Así que si no tienes una impresionante colección de Ferrari es porque no puedes, no porque no quieras. Sí, exacto. Porque el precio del conjunto es prohibitivo. Pero al menos sabes que cabría la posibilidad de que fueran tuyos. Un establo de Cavallinos Rampantes inmejorable.