Los datos de la caja negra, admitidos como prueba en un accidente

La información extraída de la caja negra reveló que el turismo circulaba con un notable exceso de velocidad, a 137,8 kilómetros/hora en una vía urbana, lo que duplicaría con creces la velocidad máxima permitida.

En base a estos datos -recordemos que la caja negra no sólo registra los datos de la colisión, sino los de los cinco segundos anteriores, el conductor fue condenado a seis meses de cárcel y cuatro años de privación de carnet por circular con notable exceso de velocidad, bajo los efectos del alcohol y cometer tres delitos de imprudencia grave con el resultado de lesiones. Dos ocupantes del taxi y tres del turismo resultaron con heridas graves.

El taxi estaba equipado con una caja negra EDR -Event Data Recorder-, que  es capaz de registrar información de la velocidad, deceleración y régimen del motor. Son los datos que precisa la centralita electrónica del automóvil para decidir si debe activar el airbag o no y que por tanto pueden ser muy útiles en la reconstrucción de los siniestros.

El sistema acreditó que el vehículo viajaba a 37 km/h, mientras que el turismo que impactó con él lo hizo a 137,8 kilómetros/hora. No quedó acreditado si el taxi arrancó en el cruce con el verde o instantes antes, uno de los argumentos éste esgrimido por la defensa.

Para la Fiscal Delegada en Barcelona de Seguridad Vial, esta sentencia pionera es muy importante y marcará un antes y un después, a la par que certificó que la obligatoriedad del EDR sería muy importante porque permitirá acreditar de forma más sencilla los excesos de velocidad en accidentes.