BMW M ya trabaja en un híbrido, previo al eléctrico

Ya lo anunció a principios de año Franciscus Van Meel, CEO de BMW M, de manera rotunda: "Habrá versiones M con nuevas tecnologías". Y ahora, el vicepresidente de la división M, Dirk Hacker, ha confirmado que la electrificación es algo que el fabricante alemán no puede obviar.

"No podemos evitar la necesidad de electrificación y es cierto que ya estamos trabajando en la energía híbrida", ha comentado Hacker. "Por ahora, todo lo que diré es que estamos trabajando en una solución técnica muy precisa, pero no hay una decisión final sobre cómo implementar el concepto".

En el fondo es lógico, puesto que es el futuro, y vehículos como el i8 son prueba del interés de la marca de Múnich por los propulsores ecológicos.

Ahora bien, de momento BMW tienen problemas con las relaciones de peso/potencia con estas tecnologías, en el sentido de que no acaban de obtener el rendimiento deportivo que se espera de las versiones M de los modelos. Por ejemplo, el i8 pesa 1.560 kilos y tiene 362 caballos, lo que da una relación peso-potencia de 4’3 kilos por caballo.

Precisamente, ese es el gran escollo que los técnicos de Múnich tratan de superar, en palabras del vicepresidente: "Agregar masa a los autos de rendimiento nunca es ideal, pero si podemos usar la electrificación para instalar más rendimiento, entonces comenzamos a tener las respuestas. Eso podría ser más velocidad o podría ser la capacidad de conducir un automóvil con energía eléctrica en una ciudad. También podría darse el caso de que necesitemos respuestas diferentes a esa pregunta en diferentes ciudades".

El primer paso es la tecnología híbrida para que, una vez consolidada, se avance en la llegada de un M totalmente eléctrico, y si de algo no podemos dudar es de que BMW logrará extraer un gran rendimiento a este tipo de tecnología. Por ello, tanto BMW M como BMW i ya trabajan en sintonía, primero en lograr una tecnología híbrida de alto rendimiento y después abandonar el motor de combustión.

El escollo técnico acabará por ceder ante el empeño de BMW, pero quizá sea más difícil cuando el mercado tenga que asumir que todo un BMW M, por mucho rendimiento que ofrezca, no suene a lo que siempre han sonado estos modelos: potencia bruta.

Pero estamos avisados. Y BMW que avisa, no es traidor.

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