¿Y si el sucesor de Rovanperä es el propio Rovanperä?

El finés, actual bicampeón del WRC, ha dejado vía libre a sus rivales, tras decidir tomarse un año semisabático, como Sébastien Ogier. Sólo queda un campeón del mundo, Ott Tänak, a programa completo.

La batalla promete ser cruenta. A priori sólo hay tres candidatos. Elfyn Evans por parte de Toyota y Ott Tänak y Tierry Neuville por parte de Hyundai. Y un ‘outsider’, Takamoto Katsuta.

Evans demostró el pasado año que puede aspirar a la corona. Entre Tänak y Neuville saltan chispas y ello puede favorecer al galés. La ‘corriente’ nunca ha fluido entre las dos estrellas de Hyundai, sólo se producían descargas de alto voltaje. Katsuta es una incógnita, pero a finales del pasado año demostró buenos progresos.

Obviamente, nadie espera que los pilotos de Ford entren en la batalla; bastante harán si consiguen algún podio. Y el resto de pilotos -Mikkelsen o Sordo- sólo tendrán programas parciales.

Pero, ¿y si el tapado fuera el propio Rovanperä? Kalle no estará en Montecarlo, a priori sólo debe correr la mitad de las pruebas, comenzando en Suecia.

Pero con el actual sistema de puntuación -ese ‘invento’ sacado de la chistera de alguna ‘mente pensante’- si los favoritos se restan puntos entre ellos y Ogier y Rovanperä los doblegan, no les extrañe que a final de temporada ‘el niño’ o ‘el abuelo’ incrementen su programa porque pueden ser campeones a tiempo parcial.

Es cierto, en los albores del Mundial hubo campeones que no disputaban todas las pruebas, pero nadie lo hacía, entre otras razones porque no se contabilizaban todos los resultados. E incluso corrían con más de una marca. 

Lo de que un piloto corriera todas las pruebas del campeonato es algo reciente. El primero fue Carlos Sainz en 1990, el año de su primer título, excepción del Bandama en el que faltaron todos los oficiales. Pero en el 92, su segunda corona, dejó de participar en Suecia, Finlandia y San Remo. De hecho, aún pasarían varios años más para que los equipos apostaran por alineaciones fijas para todo el año, con algún coche adicional en algunas pruebas.

Debe considerarse 1995 como el primer año en que los ‘top’ corrieron el campeonato completo, cuando Toyota alineó en todas las pruebas a Didier Auriol, Juha Kankkunen y Armin Schwarz, mientras que Ford lo hizo con Delecour y mientras que Subaru con Colin McRae, Carlos faltó a una cita por lesión (Nueva Zelanda), lo que clave para el título de Colin.

El pasado año Rovanperä fue campeón con 250 puntos por 216 de Evans. Corriendo y ganado 7 pruebas este año se pueden sumar 210. No es misión imposible, aunque sí improbable. Pero seguro que es un morbo que alimentará las primeras pruebas del campeonato.
No descarten nada. Recuerden que el pasado año, a media temporada, muchos pensaron que Ogier, si añadía un par de pruebas a su programa, podría conseguirlo.