Honda quiere estar en F1 más allá de 2025, pero se le acaba el tiempo

Honda señaló hace unos días que su intención es firme, pero sin dar más detalles. A día de hoy, para crear un equipo nuevo es un tanto justo. Comprar uno de los existentes es también una opción ajustada en el tiempo. Motorizar a uno de los existentes, que aún no tenga motorista para esa fecha, la posibilidad más sencilla.

Pero la solución más sencilla no es la más eficaz. Los rivales están bien posicionados y de hecho sólo quedan tres equipos en el horizonte: McLaren, Haas y Williams, con una remota posibilidad de Alpha Tauri si al final Ford y Red Bull llegarán a la conclusión —que no parece— de desentenderse del apéndice de Faenza. O que Aston Martin decida romper con sus vínculos Mercedes, lo que no parece probable.

De los tres, está claro que Haas tiene demasiados vínculos con Ferrari y que obligaría si no partir de cero, a hacerlo de un nivel muy bajo. Williams necesita rearmarse a fondo.  Queda McLaren.

A priori, uno tiene la tendencia de pensar que, tras lo sucedido en la todavía reciente relación McLaren-Honda de 2015 a 2017, esta opción es a descartar. Pero en Fórmula 1 no hay que decir ‘nunca jamás’. Quedó muy claro cuando Fernando Alonso y McLaren volvieron a unirse a finales de 2014 tras el tormentoso pasado de 2007.

No hay nada que una más que la perspectiva de ganar. No hay nada personal, sólo cuestión de negocio, en este caso, de competitividad. Y ambos tienen mucho que ofrecerse. La búsqueda del éxito en ocasiones implica extraños compañeros de cama.

Honda encontraría en McLaren un equipo formado, lo mejor que hay en estos momentos que no sea de un motorista o este soportado por un motorista —que es lo que sucede entre Honda y Red Bull—. Habría que recomponer.

Quizás deberíamos añadir otra opción: Aston Martin, aunque tenga ciertas relaciones potentes con Mercedes. Pero, ¿seguirá siendo Aston Martin? Hay juego de tronos en la marca británica. Stroll y su grupo han tenido que recurrir a una ampliación de capital ante los intentos de Geely de hacerse con la firma, cuestión de no perder influencia de poder.

Aquí entran en juego otras opciones. Pero si McLaren-Honda fue factible, ¿porqué no Aston Martin-Honda? Después de todo McLaren y Aston Martin son constructores de coches deportivos, en un segmento en el que Honda está sólo mínimamente presente con su NSX, que, a priori, no tendrá sucesor.

En ambos casos, Honda ofrecería algo que los dos equipos valoran. El dejar de ser un ‘equipo cliente’ para convertirse en ‘equipo privilegiado’ por no decir ‘oficial’, con las ventajas que ello supone.

Todo debe jugarse, pues, en los despachos. Pero la decisión no puede demorarse mucho más allá de este verano. Hay mucho trabajo por hacer y el tiempo se echa encima.