El día que A.J. Foyt superó los 400 kilómetros/hora

Hoy, varios Hypercar comercializados superan los 400 km/h, incluso los más audaces se acercan a los 450 km/h… aunque un Bugatti Chiron Supersport 300+ reivindica los 490,48 km/h.

En Indianápolis la velocidad punta todavía no ha llegado a este nivel… oficialmente, porque seguramente en 1996 Arie Lunyendijk no debía andar muy lejos de esta mágica cifra… que hoy reivindican los Hypercars más rápidos del mercado.

Y, sin embargo, algo de IndyCar hay en el primer intento coronado de superar los 400 km/h, un año antes del récord de Dorchy en Le Mans.

El 27 de agosto de 1987, el mítico A.J. Foyt estableció el récord mundial de velocidad en circuito cerrado. Lo hizo en un anillo de altísima velocidad, de 12,411 km, en Ford Stockton, logró una vuelta a 413,788 km/h de promedio. El día anterior había registrado una velocidad máxima sobre una milla de 431,10 km/h, aunque puntualmente logró alcanzar las 275 mph, 442 km/h.

El coche era el ‘concept experimental’, un Oldsmobile Aerotech. Elegante, aerodinámico, todo drag, pensado para el récord, diseñado por E.D. Welburn, que más adelante sería el diseñador jefe de G.M.

Pero no fue el primer automóvil que superó los 400 km/h en una vuelta a un circuito. Casi una década antes, en 1979, un Mercedes C-111 IV estableció el récord en Nardo a 403,938 km/h.

¿La conexión con la Indy? Algunos dirán, claro, A.J. Foyt, uno de ellos míticos pilotos americanos, cuatro veces ganador de la Indy 500, ganador de las 24 Horas. Nunca quiso saber nada de la F1. Hoy, propietario de un equipo de Indycar.

Pero el nexo estaba en el chasis del coche. Uno de los March 84C de Indycar, que A.J. Foyt había usado hasta hacía poco, antes de cambiar a Lola. Para la ocasión, se  construyó un segundo ejemplar pero transformarlo en un ‘coda lunga’. El gran voladizo posterior mejoraba el Cx y por tanto el drag, pero a la vez contribuía a la estabilidad.

Pero sobre todo, el coche tenía una aerodinámica muy exclusiva, confiada totalmente en el ‘efecto suelo’. La parte inferior de la carrocería tenía paneles ajustables, de forma que se podía cambiar el flujo de aire que pasaba por debajo del piso, en forma de túnel. Así, no sólo se obtenían grandes cantidades de ‘downforce’, sin interferir con el drag, sino que se podía adaptar a las necesidades del ‘circuito’.

El motor fue realizado por Ted Louckes, había diseñado un motor de 4 cilindros que G.M. utilizaría en muchos coches, un 4 cilindros de 2.3 litros. Fueling Engineering lo convirtió en biturbo y extrajo más de 1.000 CV del mismo.