Más que un coche: a subasta el Ferrari 308 GTS de Gilles Villeneuve

Hablamos del chasis 21371, el mismo que Enzo Ferrari le regaló a su piloto como coche personal poco después de ser fabricado un 30 de octubre de 1978, y que Gilles usaba muy a menudo. Pero lo usaba a su manera: siempre al límite. Periodistas como Nestore Morosini lo vivieron en primera persona: Enzo lo reclamó de Milán para una entrevista en 45 minutos. Sólo le dijo que bajo de su periódico había un Ferrari con un chófer. Pero era Gilles Villeneuve, que hizo el trayecto en sólo 45 minutos.

Y es que acabó por hacerse una norma el que Gilles jamás tomara el volante de un coche para conducir por las vías públicas. Fuera lo que fuera, lo iba a hacer rápido, al extremo. Los mecánicos de Ferrari sabían perfectamente cuándo llegaba su piloto más querido: entre chirridos, nubes de humo y alaridos de un motor, todos sabían que acababa de llegar Gilles. Era su tarjeta de visita.

A través del tiempo y de los muchos excesos que vivió este Ferrari, casi milagrosamente ha llegado a nuestros días de una pieza. Quizás debido a que sólo estuvo en manos del canadiense un par de años, ya que al morir el 8 de mayo de 1982 en Zolder, la empresa lo guardó en depósito hasta venderlo en dos años después a Michele Superbo, de la misma Módena.

Si su motor V8 de 3.0 litros y 255 caballos, con número 04385 hablase de la mayoría de los 36.600 kilómetros que acumula, lo haría de emociones intensas y de una vida plena, justo aquella para la que había sido diseñado y fabricado. Eso sí, el embrague era el de un 512BB, porque Gilles era capaz de agotar cualquier material. Y sí, el motor es el original.

Porque desde 1994, cuando fue vendido de nuevo, y desde 2010 que está en manos del actual vendedor, el coche ha sido usado poco y muy cuidado. Todo es original, incluido el interior, el mismo asiento en el que el piloto ganador de 6 Grandes Premios, pero sobre todo una leyenda de la historia del automovilismo, se sentaba a hacer sus viajes rápidos. Porque Gilles no concebía hacer nada relacionado con un coche si no era rápido.

No hay precio de venta, pero sí que viene con todos los certificados de autenticidad, incluida una declaración de Joann, la viuda del piloto canadiense. Este era el Ferrari de Gilles Villeneuve. Poseer algo así inflama la imaginación de los aficionados más profundos de todo el mundo. El 12 de mayo, sólo cuatro días después del aniversario de su fallecimiento, el coche saldrá a la venta. Jody Scheckter, su compañero de equipo en 1979 y 1980, prometió no volver a subirse a un coche con Gilles. Cualquier de nosotros daría su fortuna por haberlo hecho, o por tener este coche.

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