BMW fue una de las primeras marcas que apostó fuerte por la generalización de la electrificación, con el i3, camino que continúa a día de hoy. Además, recientemente ha asegurado que el hidrógeno también representa el futuro para su parque móvil, lo que no deja de ser llamativo en una marca que en su día llegó a desarrollar una mecánica V16 que apenas podía caber en el vano de su berlina más grande.

Bizzarrini es otra de esas marcas desaparecidas y casi olvidadas que planea hacer un regreso por todo lo alto. Fundada por uno de los ingenieros al que debemos que Ferrari sea tal y como la conocemos hoy en día, su modelo tal vez más interesante a nivel técnico fue un concepto ciertamente revolucionario llamado Kjara. Maridaba una mecánica Diesel con dos motores eléctricos para presentarse un superdeportivo limpio y eficiente.

Franco Sbarro es un diseñador de automóviles suizo que ha vivido prácticamente toda su carrera en la escena independiente, sin casarse con ninguna marca de coches. Actualmente, en su escuela, los alumnos aprenden a diseñar y construir un coche desde cero y cada promoción que se gradúa siempre consigue sorprendernos con sus creaciones. Las últimas son grandes homenajes al automovilismo clásico británico.

Los rápidos avances en la técnica del estudio de la aerodinámica y de los procesos de fabricación ha dado sus frutos con diversas soluciones implantadas en nuestros coches de calle que en muchos casos pasan de manera totalmente desapercibida al propietario. Soluciones todas ellas plenamente funcionales, por supuesto.

P799WE. Este es el código interno para el motor V12 3.5 con especificaciones de Fórmula 1, que Isuzu fabricó allá por la década de los 90. Un propulsor, que según se dice, podía rondar los 750 caballos y que Lotus llegó a probar en el chasis de un 102C. Sin embargo, nunca llegó a competir y lo máximo que hizo la firma japonesa, fue desarrollar un llamativo concept car donde dio a conocer el propulsor.

Mercedes, hasta los años 80, solo hacía ‘coches grandes’, modelos del segmento E para arriba. Pero en 1982, con la idea de ampliar su cartera de productos y abarcar un nuevo tipo de público, la mara puso en circulación el que rápidamente se apodó como ‘Baby Benz’: el Mercedes 190E –código interno W201–. Se mostró al público con un eslogan que decía 'Técnica supera Mercedes en forma compacta', y buscaba no solo cierto gancho, sino dejar claro que, aunque fuera un ‘coche pequeño’, era un auténtico Mercedes. Y en aquel momento no se podía considerar realmente pequeño, pues era un sedán que alcanzaba los 4,42 metros de largo. Un Peugeot 405, aparecido tiempo después –en 1987–, medía 4,40 de largo y no era considerado tal.

Puede parecer raro a día de hoy, pero hubo una época en la que los prototipos de salón no tenían remilgos en hacer uso de una enorme y contaminante mecánica V8. Por su parte, Land Rover no había hecho ningún movimiento cercano hacia un vehículo deportivo en sus 55 años de historia, hasta que en el Salón de Detroit de 2004 sorprendió al mundo con el Stormer Concept.

La denominada calefacción estacionaria constituye un aparato cuyo cometido es realizar un calentamiento tanto de la mecánica como del habitáculo previos a la puesta en marcha, lo que conlleva ciertos beneficios. Es una solución ya vista, en cierta medida, en las mecánicas Diesel, sobre todo en los últimos modelos en llegar al mercado, pero que cada vez se aplica en más y más coches modernos a gasolina.

Pocos tal vez conozcan la existencia de este diminuto deportivo que se comercializó en suelo japonés a mediados de la década de los 60. Partía de la base de un utilitario que no podía ser más cotidiano y lo convertía en un dinámico y divertido aparato de conducción, gracias a su ligerísimo peso y a un motor que, aunque bajo de potencia para la época actual, se veía mejorado con respecto al estándar. ¿Os suena la receta?

Tras la presentación mundial del Corvette E–Ray, el primero de su historia con mecánica electrificada, es cuestión de tiempo que llegue a las carreteras la correspondiente versión puramente eléctrica del deportivo americano por antonomasia. No obstante, la historia ya nos ha dejado alguna que otra desconocida incursión de este icono en la movilidad de cero emisiones.