Todos los aficionados señalan a McLaren como el equipo que introdujo el simulador en la Fórmula 1. Y a Pedro de la Rosa como el decano y más experimentado piloto en estos costosos y sofisticados aparatos, imprescindibles en la Fórmula 1 actual —y en todas las categorías — cuyos últimos y más evolucionados modelos requieren una inversión superior a los 50 millones de euros para su construcción y puesta en funcionamiento.

En 1979 Jody Scheckter fue campeón del mundo con Ferrari y Gilles Villeneuve su compañero de equipo. En 1980 ambos continuaron juntos y entre los surgieron fuertes lazos de amistad. 

¿Un Fórmula 1 de madera? Sí y no. En el Gran Premio de Alemania de 1967 tomó parte un coche peculiar, el Harris-Costin Protos. El equipo alineó dos coches en manos de Kurt Ahrens, uno de los mejores pilotos alemanes, y Brian R. Hart, un buen piloto de la época que más adelante fue fabricante de motores de Fórmula 2 y Fórmula 1.

Los defensores de los derechos humanos critican a la F1 por ir a correr a países donde este estos no se respetan. Incluso han corrido en algunos casos mientras en el país se producía un férreo control de la oposición para evitar algaradas.

¿La Fórmula 1 vale 20.000 millones de dólares? Para el fondo soberano de Arabia Saudí, sí. Para Liberty Media quizás la cifra se queda corta. Para Ben Sulayem, presidente de las FIA, resulta desmesurada.

Archie Scott-Brown sólo tomó la salida en un Gran Premio del Mundial, el de Gran Bretaña de 1956. Abandonó pronto, pero su actuación no pasó desapercibida tras marcar el 10º crono de parrilla con el poco competitivo Connaught-Alta.

En 1989, Alain Prost y Ayrton Senna chocaron por vez primera en Suzuka. Este hecho, la intervención de Balestre para que excluyeran a Ayrton Senna, que había cruzado la meta como vencedor y así Prost se quedara con el título, ha eclipsado lo que sucedió justo en los dos Grandes Premios anteriores. Quizás sin lo que ocurrió en Estoril y Jerez, el desenlace del Campeonato hubiera sido muy distinto.

Mucho se ha hablado estos días de la ‘Ley Mordaza’ en el automovilismo y las dificultades de los pilotos de IndyCar por tener la superlicencia.

Mario Andretti y Bobby Unser lo tenían todo previsto para debutar en F1 en el Gran Premio de Italia de 1968. Mario dispondría de un Lotus 49 oficial, con los colores de Gold Leaf; Bobby, un BRM oficial con colores de Yardley.

Jack Brabham acabó campeón del mundo en 1959. Roy Salvadori, uno de los grandes de la época, dijo lacónicamente: "Podría decirse que él tomó la decisión correcta".