artículos

Anterior | Siguiente

Anterior | Siguiente

Anterior | Siguiente

Anterior | Volver al inicio | Descargar imágenes en un único PDF

La Fórmula 1 hizo su penúltima parada de la temporada en Brasil, el lugar más apropiado, ya que el estupendo café que se produce en sus tierras nos pudo mantener bien despiertos para soportar uno de los peores espectáculos del año. Pasó poco, demasiado poco. Al contrario de lo que suele depararnos Interlagos cada año, no hubo ni lluvia ni coches de seguridad ni nada que alterara el orden lógico de las carrera. A nuestros pulgares les costará desperezarse para hacer su trabajo.

Dejamos uno de los mejores Grandes Premios de la temporada como fue el de México para llegar a la tierra del carnaval por antonomasia, como es Brasil. Antes de conocer las claves del trazado del Autódromo José Carlos Pace, hagamos un poco de turismo por el país sudamericano.

El nuevo asfalto del Autódromo Hermanos Rodríguez prometía dejarnos un fin de semana de lo más interesante. El viernes los pilotos sufrieron para mantenerse en un trazado totalmente resbaladizo, pero con el paso de las vueltas y de los días, la situación se fue normalizando. Eso, unido a la falta de una lluvia que llegó a preverse, nos dejó un GP de México algo anodino en el que lo mejor fue el calor de la afición. El ambiente de las gradas fue el más espectacular del año.

Dejamos los ranchos de Texas para llegar a México, una zona donde la lluvia seguramente nos seguirá acompañando este fin de semana, en el regreso, 25 años después, al Mundial del país centroamericano. Un trazado, el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde han pasado grandes estrellas.

El Huracán Patricia nos robó gran parte de la acción en la pista durante el fin de semana en Austin. Con apenas unas vueltas en los Libres 1 y en los Libres 3, se llegó a un domingo que prometía ser vertiginoso, y vaya si lo fue. La clasificación bajo la lluvia ya estuvo interesante, pero es que la carrera pasó a ser una de las más espectaculares de la temporada. Ocurrió de todo mientras la pista se secaba: luchas sin cuartel, toques en todas partes, un puñado de abandonos…

Dejamos atrás Sochi para llegar al Circuito de las Américas (COTA). Todos tenemos una imagen de Texas de largas llanuras, desierto por todas partes y mucha temperatura, pero es una zona digna de descubrir y disfrutar. Podemos ir a ver las estrellas al observatorio McDonald en las montañas Davis, un sitio donde la naturaleza se junta con el cosmos para dejarnos una situación idílica. Si les gusta la acción no duden en pasar por Hueco Tanks, una cadena de altas montañas donde la escalada es la actividad que más predomina. 

Un reguero de gasóleo en la pista, un rescate urgente interminable, comisarios que salen a la pista en mitad de la carrera poniendo en peligro a los pilotos y a ellos mismos… No, el GP de Rusia no fue un ejemplo de cómo hay que organizar una cita de Fórmula 1, tienen una lista de 'debes' importante que mejorar, pero el espectáculo que se vio en la pista fue frenético. Dos Safety Car, luchas rueda a rueda, colisiones determinantes, sanciones posteriores… No nos aburrimos.

Dejamos atrás el país del sol naciente para llegar al gran imperio. El Mundial de Fórmula 1 aterriza en Rusia, donde la historia y la tradición conviven a lo largo de su extensión haciendo del país un lugar mágico donde las historias bélicas han jugado un papel fundamental. 

Después de un fin de semana en Singapur repleto de sorpresas, la principal de las cuales fue el inesperado y misterioso tropiezo de Mercedes, la Fórmula 1 volvió a la normalidad en Suzuka. Cada equipo ocupó su sitio. Hecho que nos dejó un GP de Japón descafeinado, sobre todo en la lucha por la victoria, que se acabó a las dos curvas. Las estrategias primaron por encima de las batallas en la pista, limitando la poca acción que hubo a la parte de atrás de la parrilla.

Dejamos atrás el glamour y la riqueza de las calles de Marina Bay, para llegar a Japón, uno de los países más turísticos del planeta y con una tradición legendaria, que hace que en sus ciudades y barrios se respire de forma diferente. Un país donde la magia y la naturaleza brillan con luz propia haciendo del territorio un viaje irrepetible.