Vettel se hace las cuatro en raya y a este paso va a por los siete de Schumacher. El resto se come lo que queda
Lo han hecho. Los Blues Brothers logran el cuarto título de pilotos y constructores consecutivos con un triunvirato formado por tres patas implacables: Horner, Vettel y Newey, padre, hijo y espíritu santo, la Santísima Trinidad de la F1.