Webber exige que la F1 de 2017 permita a los pilotos "ir al límite"

De hecho, Fernando Alonso reconoció estar "triste" por el cambio de tendencia que ha materializado la categoría reina con su nueva filosofía híbrida, hasta el punto de confesar que "esta nueva F1 ya no gusta a nadie". El asturiano achacó su descontento a la falta de sensaciones de los coches actuales y la dureza de los neumáticos, dos de los principales factores que han sembrado una sensación de negatividad en torno a la sostenibilidad de la categoría reina para intentar frenar el descenso en las audiencias de televisión.

Por su parte, la FIA pretende que las nuevas reglas de 2017 aumenten la velocidad de los monoplazas en tres segundos por vuelta a través de la introducción de neumáticos más anchos, chasis más agresivos y un incremento aproximado de 20 kilos en el peso de toda la carrocería. Aún se desconoce si los cambios previstos por la Federación contribuirán a recuperar el espectáculo en las carreras, aunque la sensación general del paddock apunta a un grado mayor de optimismo con respecto a la reglamentación actual, criticada por su falta de atractivo para pilotos, aficionados y jefes de equipo.

Pese a mostrarse satisfecho con el aumento en el ritmo de carrera, Webber teme que la nueva dirección de la Fórmula 1 no cumpla con el objetivo de aumentar la exigencia sobre el talento de los pilotos. "Deben estar atentos al peso. Tienes categorías, como en la que ahora estoy yo, en la que estamos justo ahí (en materia de peso con los coches de F1) y podemos empujar todo el rato. Está bien mejorar cuatro o cinco segundos, pero esos chicos deben ir al límite", ha destacado el australiano en la presentación del equipo que retransmitirá la F1 en la cadena Channel 4. 

Sea como sea, Webber cree que la Fórmula 1 “será capaz” de establecer medidas favorables a una mayor exigencia física, pero insta a escuchar la voz de los pilotos más curtidos de la parrilla. "Creo que lo que dicen es real, no se están inventando esos comentarios. Creo que es importante que hablen especialmente los pilotos que están en una posición de cierta autoridad. El trazado de Barcelona es horrible en los test invernales para Pirelli porque la degradación es inmensa. Eso, para un piloto, es como si Roger Federer golpea una pelota de tenis que está cada vez más mojada".

Así, el expiloto de Red Bull confía en que las nuevas reglas sitúen el talento de los pilotos como un activo necesario para conseguir buenos resultados. "El punto de partida de la Fórmula 1 pasa por asegurarse de que pueden salir a la pista y trabajar a un nivel del 80 o 90 por ciento. De momento, el ratio está un poco invertido, y ahí es cuando tienes esa frustración de gente como Fernando, quienes dicen que los coches no son suficientemente rápidos".