Mercedes renuncia a su sistema de suspensión de forma voluntaria

El equipo Ferrari puso en tela de juicio el sistema de suspensión de Mercedes y Red Bull por considerar que estos podían estar al borde de la legalidad al aprovechar circuitos hidráulicos interconectados para mantener las alturas del coche estables y conseguir con ello, beneficios aerodinámicos. 

Ayer saltaba la noticia de que se obligaba a Red Bull y a Mercedes a modificar sus sistemas iniciales después de que éstas no convencieran a la Federación, tras las inspecciones que se realizaron hace un mes en los entrenamientos de pretemporada.

Ya en los test invernales, tanto Red Bull como Mercedes probaron sin estos sistemas de suspensión montados en sus coches, lo que derivó en monoplazas más nerviosos y difíciles de entender para los pilotos e ingenieros. En el caso de Mercedes, estos problemas se achacaron a un nuevo paquete aerodinámico, aunque también se habrían visto afectados por las restricciones en la suspensión, según un exempleado de la escudería.

Red Bull no montará el sistema por petición de la FIA y algunas funciones de la suspensión interconectada hidráulica se han desactivado. Ahora, tal y como señala AMuS, Mercedes ha renunciado voluntariamente al uso de este sistema en Australia. El equipo alemán ha decidido prescindir de este concepto para evitar reclamaciones y porque su uso no otorga excesivas ventajas en el Albert Park.

De hecho, según AMuS, el sistema podría ser una desventaja para Mercedes en Melbourne. En total, las conexiones y válvulas hidráulicas extra pesan un kilo y medio y el W08 ya se encuentra cinco kilos por encima de los 728 kilos, que establece el reglamento como peso mínimo.

Desde Mercedes, no obstante, siguen convencidos de que no hay nada ilegal. "No hay nada en la aclaración de la regla que nos obligue a reconstruir algo, más allá de asegurar el rendimiento del monoplaza", ha insistido Toto Wolff, el jefe.

Queda por saber si este paso atrás de Mercedes es sólo para esta carrera o si, por el contrario, lo usarán durante la temporada. La FIA es la que tiene la última palabra, aunque un técnico de este organismo ha asegurado que el sistema es tan complejo que resulta extremadamente complicado asegurar su legalidad o ilegalidad.

"Si tuviéramos la mínima duda, las habríamos comunicado a los comisarios. ¿Qué es lo que decidirían? Dada la complejidad de este sistema, son incluso menos capaces de estimar qué interpretación es la correcta, si la del equipo o la nuestra", ha comentado en declaraciones recopiladas por AMuS para finalizar.