Mala salida de Hamilton y Rosberg saborea un plácido primer triunfo

Eso ha hecho Rosberg en Barcelona. Levantar los brazos, mirar al frente y lucir sonrisa de ganador para decir 'aquí estoy yo, no se olviden de mí'. Nico lleva grabado a fuego todo el sufrimiento que supone compartir box con todo un bicampeón como Hamilton, así que cuando se le presenta la oportunidad de derrotarle se agarra a ella con todas sus fuerzas. En clasificación la preparó con una destacada Pole, y nada más apagarse el semáforo en carrera la aprovechó.

Lewis se quedó clavado en la salida y no pudo evitar que Vettel le superara. Un error que le condenaría a tiempo más que de sobra para aprenderse cada apéndice de la parte trasera del SF15-T del alemán. Mientras que el británico rodaba sin remedio tras Sebastian, se iba dejando una hemorragia de segundos con su compañero que ya no sería posible recortar. Sin oposición a su espalda, Rosberg solo tuvo que llevar su W06 a la meta para espantar a sus fantasmas.

Cuando Hamilton se quitó de encima a Vettel tras hacer su tercera parada (de los pocos que pasaron por boxes tres veces) gracias a un magnífico stint con las gomas duras, la posibilidad de llegar hasta Nico solo pasaba por una desgracia. Había 20 segundos entre ellos. Nada que hacer para el inglés, por tanto. Al alemán le dio tiempo a pensar y saborear la victoria, su primera esta temporada, la que le permite situarse a 20 puntos del líder.

Tras los hombres que más conoce el podio, se inició una guerra que acaparó toda la atención de tierras finlandesas con Bottas y Räikkönen luchando por la cuarta plaza. A pesar de que el Ferrari es más coche que el Williams, Valtteri se las arregló para mantener al bólido rojo detrás pese al empuje constante de Kimi. Algo que hizo tambien en Baréin con el mismo coche pero con distinto piloto. A la Scuderia le falta un escalón más para llegar al nivel de Mercedes.

Massa, Ricciardo, con un Red Bull que al fin no padeció los lamentos de su motor Renault, y Grosjean, se repartieron las tres siguientes posiciones. Pero, la salsa por el resto de puntos estuvo aderezada por un valiente y talentoso español que no deja de acumular méritos en sus primeros pasos en la Fórmula 1. Tras un sábado para la historia, Toro Rosso se desvanecía en carrera. En las primeras vueltas veían impotentes cómo iban cayendo posiciones.

El STR10 no parecía el mismo que el de la clasificación. Así, Sainz veía como después de salir quinto se iba a quedar sin puntos al rodar undécimo. No podía ser que su primer GP de España comenzara tan bien y terminara con tal mal sabor de boca. Así que ahorró neumáticos para jugársela al final. Primero, tiró de DRS para pasar a Verstappen, y luego, de bemoles para adelantar a Kvyat con toque y salida de pista incluida en la primera curva.

Si la investigación de carrera que se abrió por el incidente no lo impide, Sainz acabó su primera participación ante su afición con dos puntos y como el mejor de los españoles. Porque el otro, el que le llevó a donde está hoy, sigue viviendo su particular calvario. Vuelta 27 y veíamos a Alonso salirse en la primera curva. Una pasa de frenada al uso pensamos. Pero, instantes después, el asturiano regresaba a boxes para no volver a salir al asfalto.

Unos problemas de frenos le obligaron a abandonar y a casi llevarse a uno de sus mecánicos por delante (quién si lo hizo fue Grosjean). De nuevo, un rosco en el bolsillo de McLaren, ya que Button solo pudo acabar por delante de los Manor. Ahí, Merhi volvió a perder su duelo con Stevens. Detrás de ellos, únicamente Fernando y Maldonado con un endplate trasero arrancado. Casi cuenta sus carreras por retiradas (4 de 5). Quien empieza a contar es Rosberg. Ya lleva una. Tengámosle en cuenta.