Los Sainz o el arte de saber mandar mensajes cuando toca

Toda pequeña victoria empieza planteándosela y así fue como comenzó la trayectoria de Carlos Sainz, que un día se preguntó por qué no podía competir en rallies y por qué Finlandia era sólo para nórdicos. No tuvo unos inicios fáciles pero, como explica, supo mandar el mensaje adecuado en el momento correcto.

"A mí me gustaba soñar de pequeño y me sigue gustando soñar ahora. No digo soñar con cosas imposibles, pero sí con situaciones que las ves, las visualizas y dices por qué no puedo correr en coche un día, por qué no puedo ir a Finlandia y ganar y por qué un piloto español no puede ir rápido en tierra. ¿Porque lo digan los nórdicos? ¿Porque lo digan los franceses? ¿Los italianos? ¿Cesare Fiorio?", ha compartido en La mesa de campeones organizada por la Fundación Princesa de Asturias, a la que ha asistido SoyMotor.com.

El hecho de querer derribar todos esos moldes empujó a Sainz a vivir una vida reivindicativa y a luchar por conseguir sus sueños. 30 años más tarde, se alegra de no haberse quedado con el remordimiento de haberlo intentado.

"Basta poco para hurgarme para que intente conseguir retos complicados. Creo siempre que con trabajo, ilusión y con ganas se pueden conseguir. Mi vida ha sido un poco reivindicativa. Me apetecía un poco obsesivamente pensar cómo podía hacerlo mejor, de qué manera podía mejorar el coche, de qué manera podía ir a Finlandia y ganar a los finlandeses o ganar el RAC de Gran Bretaña. Los grandes pilotos no se planteaban correr en Finlandia, daban imposible ganar allí", ha explicado.

Carlos Sainz (@CSainz_oficial), #PremioPrincesaDeAsturias de los Deportes: "Me gustaría mandar un mensaje de ilusión y optimismo a los jóvenes. Os animo a que persigáis vuestros sueños con confianza. Evitad el remordimiento de no haberlo intentado"

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— RTVE (@rtve) October 16, 2020

En su larga trayectoria, Sainz reconoce que algunos sueños pudo cumplirlo y otros "se quedaron por el camino". Uno de los que más rabia le dio no poder cumplir fue el de ganar el RAC de Gran Bretaña el año del famoso "¡Trata de arrancarlo, Carlos!", en 1998, en el que tuvieron una avería a escasos metros de la meta.

"El RAC ha sido de los rallies que mas rabia me dio. Si no se me llega a romper el coche, estaba a dos minutos de ventaja... Me hubiese gustado ganar el RAC porque era algo que un piloto latino no se lo podía plantear", ha apuntado.

© Yeray Menéndez

Lo de ganar en el RAC pudo enmendarlo al año siguiente, pero la vida le puso otra piedra en el camino para que mandara un nuevo mensaje. En el Rally Príncipe de Asturias del año 1988, Alex Fiorio, hijo de Cesare Fiorio, ganó a Sainz por varios minutos. Cuando la prensa española le pidió a Fiorio su opinión sobre Sainz, el jefe de Lancia aseguró que tenía a pilotos mucho mejores. Desde entonces Sainz no paró hasta hacer a Fiorio cambiar de parecer con aquel mítico San Remo que vendría a continuación.

"Fue de esas situaciones que te escuecen. En un Rally Príncipe de Asturias, el hijo de Cesare fiorio, corria en el equipo de Jolly Club. Nos sacó minutos. en una rueda de prensa le preguntaron a Cesare Fiorio qué pensaba de Carlos Sainz y dijo '¿Qué me aporta Carlos Sainz? Pilotos de asfalto tengo todos los que quiero, los franceses, los italianos... El otro día mi hijo corrió contra él y le sacó varios minutos'", ha compartido.

"Fue el típico comentario que a mí me dolio, me escoció y me espoleó. Me hizo decir 'Algún día trataré de mostrarte por qué tienes que tener a Carlos Sainz en tu equipo'", ha detallado.

"El Rally de Italia lo preparé bien porque quería mandarle el mensaje a Fiorio de que se había equivocado porque había fichado a Didier Auriol. En el equipo éramos Stig Blomqvist y los dos jóvenes. Después de dos años en Ford, Lancia Martini, que era donde queríamos ir todos, ficha a Auriol, entonces yo en ese momento no tenía coche, no tenía futuro, no tenía cómo seguir mi carrera deportiva. Podía seguir en Ford, pero con un dos ruedas motrices sin pelear por el Campeonato del Mundo y ese San Remo, que muchos os acordaréis, yo quería mandar ese mensaje", ha añadido.

Y vaya si lo mandó: su gran actuación en San Remo le hizo conseguir una reunión con el jefe de Toyota, que le ficharía para 1989 para comenzar a hacer historia.

De esto de mandar mensajes también ha aprendido Carlos Sainz Jr. Sus clasificaciones en Hungría en 2016 y 2018, su temporada 2019, clasificación de este año en Estiria y su forma de mantener la cabeza fría para poder terminar bien la etapa de McLaren, se diga lo que se diga de Ferrari, son ya de por sí mensajes.

"Enviar mensajes suena fácil, parece que es algo fácil y ni mucho menos. De hecho, creo que mensajes al año no se mandan mucho porque si no, dejarían de ser mensajes. Tiene que ser una cosa muy esporádica, una vez al año o dos mensajes al año como mucho", ha compartido Sainz Jr.

"Es algo que desde muy pequeñito mi padre me ha inculcado. Desde cuando competía en karting, cada vez que llovía o había condiciones mixtas, siempre me decía que ahí había que practicar más y que ahí era cuando más había que brillar. Para brillar normalmente hay que practicar. Yo lo encuentro como oportunidades que se presentan, que no se presentan con frecuencia, pero hay que aprovecharlas", ha expresado Sainz para terminar.

Todos esos mensajes siempre los escucha alguien. El receptor puede ser un equipo grande, como Toyota o Ferrari. Pero también puede ser el pueblo, que en tiempos de pandemia, necesitaba volver a escuchar eso de "los sueños se cumplen".