Los pilotos, en contra de la introducción del halo

Lo cierto es que la idea de que el halo se introduzca en el Gran Circo nunca ha caído de pie en el paddock. Muchas son las voces que se han mostrado en contra de la implantación de este sistema de seguridad, y ya fue rechazado durante el GP de Alemania tras una reunión que tenía como objetivo implantarla este mismo año. La única posibilidad de aceptarlo pasaba por un respaldo unánime de todos los pilotos, algo improbable vista la reticencia de muchos de ellos a diluir los factores del riesgo presentes históricamente bajo la configuración natural del automovilismo.

Aunque el encuentro de Hockenheim no fuera fructífero para el 2017, los equipos y la FIA acordaron introducir un nuevo elemento que aumentara la seguridad en los monoplazas para el próximo año. El halo se erigió nuevamente como la alternativa más viable según las buenas indicaciones que emitían las pruebas de la Federación Internacional, y aunque su implantación en 2018 parezca generar más opiniones contrarias que favorables, en el organismo reiteran que se trata del único elemento viable a día de hoy.

No obstante, una reunión celebrada tras el Gran Premio de Abu Dabi entre los jefes de equipo sirvió para discutir el criterio de la FIA bajo la evidencia de que el halo ofrece dificultades a la hora de extraer a un piloto en caso de accidente. Las posturas del paddock seguían enfrentadas en este ámbito, de tal forma que la FIA decidió emitir el 10 de enero una encuesta a los pilotos para tratar de recopilar sus sensaciones sobre el sistema.

Hasta hoy, la citada publicación alemana asegura que hay registradas 16 respuestas: siete en contra, cinco a favor y cuatro sin un criterio definitivo al respecto. De rechazarse finalmente la propuesta, todo indica que la Fórmula 1 no incorporará un apéndice de seguridad hasta más allá de 2019.

ALTERNATIVA AL HALO

La alternativa con más papeletas para introducirse es una cúpula, pero no específicamente el modelo diseñado por Red Bull, que no recibió apoyos suficientes en las reuniones de los equipos por miedo a que fuera diseñado para beneficiar su filosofía aerodinámica. Además, la propuesta de los de Milton Keynes dejaba dos problemas a la vista: su facilidad para empañarse bajo la lluvia y la falta de resistencia ante el posible impacto de una rueda.

La idea pasa por construir una cúpula de proporciones más pequeñas, similar a la que estudia introducir la IndyCar para el 2018. No obstante, queda prácticamente descartada la posibilidad de que los equipos consigan llegar a un acuerdo vinculante durante los próximos meses, a juzgar por el intenso enfrentamiento de posiciones que ha cristalizado el debate del halo durante la última temporada. Si las escuderías decidieran idear una solución conjunta antes de final de abril, hipótesis cada vez más remota, la FIA estudiará incorporarla a partir de 2018 si existiera unanimidad entre todos los pilotos.