Heroicidad de Cristina Gutiérrez en el Dakar: tres días sin apenas dormir

La última parte de rally se le está complicando hasta límites insospechados a la piloto burgalesa. Empezaba la semana con un proceso gripal que mermaba sus condiciones al volante, mientras que en los últimos tres días ha ido acumulando retrasos que han estado a punto de apearla del rally.

Una rotura en el turbo y el intercooler en la décima etapa provocaba que la burgalesa tuviera que ser remolcada por el camión de Alberto Herrero, lo que acabó por dañar la dirección. Resultado: más trabajo a contrarreloj para un equipo sin tiempo ni para descansar.

Tras empezar la etapa de ayer a deshora, la noche acabó por cazarles en la sección más complicada de navegar y en medio de las rodadas de todos los camiones. Cristina ha llegado esta mañana al límite de quedar descalificada y tomar la salida ha sido otro objetivo cumplido. La burgalesa tenía que estar en el inicio de la especial a las 12 hora española, pero ha acabado partiendo más allá de las tres de la tarde.

Para entender la magnitud de la odisea que Cristina y su copiloto Gabi Moiset están viviendo, cabe señalar que ambos llevan tres días sin dormir, alimentándose a base de agua y plántanos. Todo con el objetivo de cumplir los horarios de llegada y salida de la organización y no quedar fuera de la carrera.

Para añadir sal a la herida, en estos momentos se están enfrentando a la etapa reina del rally, un tramo de 523 kilómetros cronometrados más otros 270 de enlace que llevará a la caravana desde Chilecito hasta San Juan, donde mañana se pondrá en marcha la penúltima etapa del rally. Cristina ya ha conseguido pasar por el segundo ‘waypoint’, y marcha en la 41ª posición provisional.

A estas alturas, las aspiraciones deportivas de Cristina parecerían estar embarradas, pero la burgalesa y su copiloto están mejorando la posición con la que Cristina acabó el Dakar el año pasado, todo gracias a sobrevivir a un rally que no está dando tregua a nadie.