Alonso ve complicado un acuerdo entre equipos para reducir el 'porpoising'

"Para mí será muy complicado conseguir que los equipos se entiendan para un cambio de este tipo", dijo el asturiano a Motorsport-Nextgen. No le falta razón después de que en Canadá se asistiese a una batalla dialéctica sobre un problema que afecta más a unos que a otros. Ferrari juzga que la directiva emitida en Canadá es inaplicable por ilegal. Red Bull añade que está hecha para ‘salvar a un equipo’, Mercedes. Y Woff lamenta que algunos equipos sean tan egoístas que anteponga su competitividad a la salud de los pilotos y los posibles peligros que encierra el ‘efecto rebote’. Incluso hay en el circo quien señala que si los pilotos no se sienten cómodos con las oscilaciones, deberían quedarse en casa.

"El Alpine es bastante bueno gestionando el efecto rebote. No lo noté mucho en Bakú y nosotros podemos concentrarnos en la gestión de la degradación de las gomas, particularmente la posterior", dijo Alonso, quien hizo hincapié en que el fenómeno es diferente en cada circuito y que todos deben entender mejor los F1 actuales y la razón por la que hay tantas diferencias de rendimiento de viernes a domingo. Es algo de lo que Alpine, precisamente, sufre bastante este año.

Para cambiar algo del reglamento técnico en plena temporada se requiere unanimidad en los equipos. Esto va a ser imposible… salvo que la FIA actúe de oficio por razones de seguridad, pero habrá que demostrarlas y sobre todo decir dónde está el límite de la seguridad, cuál es la aceleración vertical asumible por los pilotos. Cara a un cambio de reglamentos para 2023, no se requiere unanimidad, pero sí mayoría cualificada, que tampoco será sencillo alcanzar.