22 días para los test: Honda sigue, y no es una sorpresa total

No me sorprende. Es una decisión de toda lógica cuando se tiene un motor ganador. A priori, Honda debía ceder a Red Bull el mismo motor usado en 2021, pero la adopción del carburante tipo E10 exigía una revisión completa de la cámara de combustión, tiempos de apertura de las válvulas, pistones y también refrigeración. 

“Respecto a lo que habíamos previsto originariamente, hemos encontrado una solución completamente nueva. La unidad de potencia será producida en Japón hasta 2025 y nosotros la retocaremos. Los derechos de propiedad intelectual y todo el resto será quedará en manos de Honda”, dijo Helmut Marko.

No está claro si estamos ante un 'hay que cambiarlo todo para que nada cambie', como escribió Alejandro Dumas en el Conde de Lampedusa, o bien una marcha atrás digna de ‘donde digo dijo, digo Diego’. O bien una decisión de sentido común que beneficia a ambas partes.

Para Honda, seguir hasta 2025 supone un beneficio de imagen a coste muy reducido. 

Básicamente se limitaría a fabricar motores y piezas, mientras que el coste de desarrollo será nulo o muy mínimo ya que serán sobre todo temas de software y algún conjunto externo.

El motor Honda 2021 tenía todos los ingredientes que los japoneses habían previsto para 2022. Al anunciar su marcha, decidieron poner toda la carne en el asador y, tras temporadas oprobiosas, poder irse como campeones o al menos como dignos y duros adversarios.

Pero los cambios a gasolina E10 y sobre todo la congelación de motores para desde el primer Gran Premio de 2022 hasta finales de la temporada 2025 han hecho que Red Bull y Honda se replantearan el acuerdo al que habían llegado.

Pero sobre todo supone la ventaja de que nadie tendrá acceso a las entrañas del motor. Algo que sería importante porque los motores de 2026, al menos los térmicos, serán básicamente los mismos, aunque adaptados a un carburante sintético, lo que requerirá cambios en la cámara de combustión, obviamente.

Quizá lo de ‘nadie’ pudiera carecer de importancia si los motores fueran totalmente Red Bull, propios, desarrollados por Red Bull Powertrains. Pero los rumores del desembarco del grupo Volkswagen, a la espera del tantos años soñado anuncio oficial, hace que se prefiera ser precavido por más que, tras los rumores iniciales de que Porsche o Audi pudieran alinearse con Red Bull, parece que ambas marcas se decantan por repartirse entre McLaren y Williams.

Pero este acuerdo con Honda da a Red Bull tiempo y sobre todo libera trabajo para comenzar a trabajar en el motor de 2026 desde que la sede de los motores está operativa y los técnicos fichados hayan cumplido su periodo de ‘jardinage’.

Para Marko, el acuerdo también tiene ventajas tecnológicas que los japoneses “porque así podrán ganar todavía más experiencia en el tema de la parte eléctrica del motor y las baterías para la electrificación de su gama de serie”.

Está claro que esta decisión también viene influida por el título alcanzado. Tan deseado, tan trabajado, tan buscado... aunque con el ‘timing’ japonés, que no es necesariamente el mismo del de la F1.

Eso sí. Honda anunció en su día su marcha, así que todo se hará respetando la palabra dicha. Honda deja de ser constructor, pero entra como proveedor. Masashi Yamamoto deja Honda y funda una empresa que hará de puente entre Honda y Red Bull; hará para Red Bull lo que hacía a para Honda. Y Ben Hodgkinson, el ingeniero ‘rescatado’ de Mercedes podrá centrarse en el motor de 2026, sin tener que perder tiempo, presupuesto y esfuerzos en los motores que el equipo austríaco.

Curioso, Porsche logró sus éxitos en F1 cuando fue simplemente proveedor de TAG con aquellos motores TAG-Porsche que en el chasis McLaren y con pilotos como Lauda o Prost arrollaron en la F1.