¿Dónde competirá Honda tras irse de la F1? Balance económico de WEC, FE, Extreme E...

De forma no oficial se decía en el pasado que Honda pagaba a McLaren 100 millones de euros por año solo por patrocinio además de su presupuesto anual de desarrollo. Sin llegar a esas cifras, en la actualidad, junto a Red Bull, el presupuesto anual de Honda ronda los 140-150 millones de euros. ¿Qué harán con ese dinero en 2022?

El CEO de Honda ya confirmó este viernes que seguirán compitiendo en las categorías que lo hacen en la actualidad –más allá de la F1– pero que el objetivo último de la firma japonesa es limpiar por completo su huella de carbono para el año 2050.

Actualmente, Honda compite fuera de la F1 en IndyCar, Súper Fórmula Japonesa, IMSA, BTCC, colabora en F3 y F4, GT3, TCR, WTCR, SuperGT Japonés y en dos ruedas, en MotoGP, WSBK, MXGP y TrialGP. Y luego también tiene algunas participaciones off-road.

Lo lógico, es que Honda esté centrado en competiciones que proporcionen una mejor tecnología híbrida o eléctrica que la Fórmula 1. De hecho, ayer firmaron el acuerdo con Chevrolet para formar parte de la nueva generación de motores híbridos de la IndyCar a partir de 2023.

La solución lógica sería ir a una Fórmula E cuyo presupuesto anual para tener un equipo con dos coches rodea los 15-20 millones de euros. Honda ha dicho que no les interesa, pero también es verdad que el día anterior a anunciar su marcha de la F1 hablaron sobre sus pilotos de desarrollo en su futuro en F1, así que tampoco nos fiaremos. En Fórmula E compiten marcas rivales de Honda como Citroën, Audi, Porsche, BMW, Nissan, etc.

Otra opción no sustituta de la FE sería el WEC. El Mundial de Resistencia abrirá el año que viene una nueva categoría de Hypercars que reemplazará a LMP1 y desde 2022, entrará en vigor la categoría LMDh por el cual un Hypercar de calle adaptado a competición podrá participar en la IMSA y el WEC al mismo tiempo.

Honda ya compite en la IMSA con su firma de lujo Acura, pero es una oportunidad de oro para desarrollar tecnología híbrida en carreras de Resistencia en los mejores escenarios del mundo, dar más valor a su NSX –un supercoche de 160.000 euros– para potenciarlo más allá del SuperGT Japonés y competir mano a mano con Toyota, entre otras marcas. El presupuesto para ello rondaría los 25-30 millones de euros anuales para tener dos coches.

Por último, está la Extreme E. Alejandro Agag, tras fundar la FE, ideó esta competición que entrará en vigor en 2021. La Extreme E serán SUVs adaptados a rally raid que competirán en sitios icónicos que han sufrido cambios por el calentamiento global y la contaminación. Cada equipo tendrá un piloto hombre y mujer y todos viajarán juntos en un barco por el mundo. Lo que ocurra en las carreras será retransmitido en un documental a la carta al término de la misma. 

Honda tiene SUVs como el CR-V o el HR-V, y el coche será 100% eléctrico, así que esa es otra vertiente que Honda podría querer potenciar. A fin de cuentas, el presupuesto para ello será de entre siete y diez millones de euros anuales.

En definitiva, hacer en 2022 el WEC, la FE y la Extreme E reportará de presupuesto anual unos 60 millones de euros aproximadamente, sin contar una potencial inversión inicial. Eso permitiría ampliar al máximo las fronteras de Honda, usar todos los pilotos de su academia de desarrollo en los que han invertido mucho dinero durante mucho tiempo y además tener laboratorios móviles para conseguir la mejor tecnología híbrida y eléctrica del mundo. Todo, por un tercio del presupuesto de la F1.