Botellas de plástico en tu parachoques: lo último de Jaguar-Land Rover

Los residuos plásticos son un problema ecológico global. Millones de toneladas de productos derivados del petróleo se producen, consumen y desechan cada año sin que su proceso de biodegradación les permita reintegrarse en el medio natural. Así, millones de de envases, bolsas y componentes plásticos de toda índole terminan amontonados en vertederos de todo el mundo o, en el peor de los casos, flotando en el mar, fragmentados en partículas microscópicas que peces y aves marinas consumen por error e incorporan a la cadena alimenticia.

Por ello, el fabricante de vehículos británico Jaguar-Land Rover está experimentando con distintos procesos de reutilización de materiales plásticos y reciclado para incorporarlo en sus procesos de fabricación. En colaboración con la compañía química Basf, JLR quiere utilizar una parte de todo ese plástico para elaborar productos sintéticos que alta calidad, capaces de formar parte de sus vehículos.

En la actualidad, casi el 40% de los componentes de un vehículo están producidos en materiales plásticos o sintéticos, y su utilización se incrementará en los próximos años con el uso intensivo de los sistemas de impresión 3D en los procesos de fabricación de vehículos. Asimismo, las marcas de coches y toda la industria en general se muestra cada vez más consciente de los importantes retos medioambientales a los que se enfrenta el siglo XXI, y buscan modos de reducir su huella ecológica y crear productos que den respuesta a las preocupaciones y sensibilidades ecológicas de sus clientes. 

En palabras de Cris Brown, gerente de sostenibilidad de Jaguar-Land Rover: "Los plásticos son vitales para la industria automotriz, y han demostrado ser beneficiosos en la fase de uso, pero los desechos que se producen en su fabricación y al fin de su vida útil suponen un gran desafío en todo el mundo. La solución a este problema requiere de innovación y de un pensamiento coordinado entre quienes establecen las reglas, el fabricante y los proveedores". 

El proceso desarrollado por JLR transforma los desechos plásticos como envases en un especie de aceite mediante un tratamiento termoquímico de pirólisis. Una vez completada su transformación, Basf se sirve de este producto como materia prima secundaria para alimentar su cadena de producción en sustitución de los recursos fósiles. Finalmente, el producto resultante es un plástico de alta calidad que puede servir para fabricar numerosos componentes de los vehículos, como parachoques, espumas de aislamiento y materiales de recubrimiento.

Jaguar ya realiza test de este proceso en el modelado de la estructura que da soporte al parachoques frontal del nuevo I-Pace. Una vez el producto supere las pruebas de calidad y demuestre cumplir con los estándares de seguridad del componente original, podrá incorporarse a la cadena de producción de éste y muchos otros modelos. Así, muy pronto, puede que el parachoques de tu próximo coche esté fabricado con botellas de plástico.