Todt quiere pararle los pies a la inteligencia artificial

La razón por la que podría regresar esa medida es para reabrir el abanico de las estrategias, que ahora son muy uniformes, sobre todo desde que los equipos de cabeza han comprobado que pueden superar la Q2 con los neumáticos medios.

Pero eso es sólo un primer paso. Todt se alinea con la tesis que Max Mosley expuso en su día: “Hay que poner a los pilotos en situación de cometer errores”. Y añado: que estos errores pasen factura en tiempo.

Eso pasa por “endurecer el pilotaje prescindiendo de determinadas ayudas, como el anticalado en las salidas o los trompos, los datos transmitidos por telemetría o prescindir de los garajes virtuales. La ausencia del anticalado seguramente le costó el título a Schumacher en 1998; la telemetría influye demasiado”.

Es posible que Todt ya tenga en su cabeza una preocupación: que la inteligencia artificial para el análisis de datos comienza a asomar la cabeza en el mundo de la Fórmula 1. Y sus repercusiones pueden ser espectaculares. En lugar de cerrar las diferencias, puede que las hagan todavía más evidentes.

Lewis Hamilton cree que todo esto no afectará demasiado “salvo si los coches son más ligeros para poder sacar todo el partido a los neumáticos en lugar de gestionarlos”. Y añade que en la GPDA han hablado varias veces de éstas y otras medidas. Quizá se refiere a que algunos pilotos abogarían por disminuir las escapatorias asfaltadas.

Charles Leclerc no corrió en la era de los repostajes ni de los monoplazas ligeros, pero cree que uno de los problemas es que en la Fórmula 1 los coches corren casi teledirigidos desde boxes. “Estamos muy limitados con estos coches tan complejos, que no se pueden conducir sin la ayuda de los ingenieros. Se podrán reducir algunas informaciones, pero estamos muy limitados por la complejidad de estos monoplazas”.