Jaguar dice adiós a los XE y XF con motor V8

Hace unos meses, Jaguar-Land Rover anunció cambios importantes en su enfoque de gama. En 2020, todos los coches que vendan serán híbridos o eléctricos, una visión consecuente con la de otras marcas y con la entrada de la casa del felino en la Fórmula E. En cualquier caso, son planes ambiciosos para una marca no tan grande como otros grandes grupos multinacionales, y que comenzarán a tomar forma cuando el Jaguar i-Pace comience a rodar, un hito previsto para 2018. El lanzamiento de los Range Rover P400e redondeará este primer paso hacia la electrificación.

Una hoja de ruta tan agresiva afectará forzosamente a la composición de la gama, y todo indica que el primer paso será prescindir de los V8 en los Jaguar XE y XF. Actualmente ya no cuentan con versiones animadas por un propulsor de este tipo, así que la noticia es que muy probablemente tampoco llegarán en el futuro. Esto no afecta al brutal Jaguar XE SV Project 8, evidentemente. Ian Callum, el director de diseño del grupo, dice que la decisión se basa, principalmente, en los volúmenes de producción: "Si hacemos una versión del XE tipo M3, por ejemplo, cogerán la proporción de ventas del M3 dentro de la Serie 3 y lo valorarán con esto", ha dicho, en declaraciones a la revista Road and Track. Obviamente, esto descarta la viabilidad de ese posible XE atómico.

No obstante, el culpable inmediato de la desaparición de los motores V8 de los Jaguar XE y XF podría ser el final del acuerdo que Jaguar tiene con Ford. Dicho acuerdo viene de la época de ‘Premier Automotive Group’ que creó Ford cuando era propietaria de Jaguar-Land Rover y también de Aston Martin. Cuando la marca americana se deshizo de todas, se mantuvieron ciertos acuerdos estratégicos en materia de propulsores, como la fabricación de propulsores V6 y V8 en la planta de Ford en Bridgend, Gales –Reino Unido–. Este acuerdo de colaboración finaliza en septiembre de 2020, fecha que concuerda con los anuncios de electrificación de la marca.

LA EXCEPCIÓN A LA REGLA Sin menoscabo de todo lo anterior, Jaguar está interesada en potenciar su división SVO –Special Vehicle Operations–. No han dado muchos datos todavía, pero el director de SVO, John Edwards, comentó que habrá más modelos de esta estirpe y que lo más probable es que lancen un modelo de estas características todos los años.

Ya sabemos que la próxima creación de Jaguar Special Vehicle Operations se construirá sobre la base del F-Pace. Ya ha sido cazado en Nürburgring con camuflaje e incluso se ha puesto fecha a su llegada: erá en el Salón del Automóvil de Detroit, dentro de tres semanas, en los primeros días de enero de 2018. Nuestras informaciones apuntan a que rozará los 300 kilómetros/hora de velocidad punta. Y sí: montará el conocido motor V8 de 5.0 litros con compresor y más de 550 caballos que recordamos de antiguos XF y que aún monta el F-Type R. Por tanto, adiós a los V8 en la gama principal, pero Jaguar todavía dejará un resquicio para esta gloriosa arquitectura de motor de gasolina.

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