Audi ya sabe que debe apostar por Carlos Sainz en este Dakar

El piloto madrileño empezó con una discreta sexta posición en la prólogo, pero sabía que la auténtica ‘fiesta’ empezaba ayer… y su primer ‘golpe’ al mentón llegó precisamente en esa primera etapa real.

Sainz no sólo ganó la etapa de ayer, sino que además logró un buen botín sobre algunos de sus rivales: le metió más de siete minutos a Nasser Al-Attiyah y más de ocho a Stéphane Peterhansel; también una penalización de 15 minutos lastró considerablemente a Mattias Ekström.

Para hoy tenía un papel muy complicado, ya que estaba obligado a abrir pista en una especial que ha resultado ser una escabechina, sobre todo en cuanto al peligro de pinchazos.

Pero Carlos y Lucas han demostrado hoy que están dispuestos a llevarse la victoria en este Dakar, y lo mejor de todo es que se han posicionado claramente como la mejor opción de Audi para el resto de la carrera.

Mientras sus compañeros sufrían pinchazos y tenían que bajar el ritmo, así como en BRX había una debacle, Carlos y Lucas avanzaban con paso firme hacia la meta… y, además, sin perder demasiado tiempo respecto a Nasser Al-Attiyah.

Al final sólo han sido 5’05’’ de pérdida respecto al ganador de la etapa, de modo que conservan el liderato de la clasificación general y para mañana, en una etapa que habrá problemas de navegación, no tendrán que abrir pista.

La situación parece óptima para el binomio español: son líderes, sus compañeros están ya a más de media hora en la general y mañana tendrán una buena oportunidad para abrir algo de hueco respecto a Nasser.

Obviamente, hay que decir que aún queda mucho Dakar. Esto no ha hecho más que empezar, de hecho. Pero un inicio tan bueno te da la ventaja de ser el favorito del equipo a la hora de apostar por alguien… y, con Al-Attiyah a sólo dos minutos en la general, quizás deban empezar a apostar pronto. Carlos y Lucas, al menos, han enviado el ‘mensaje’ con este inicio fulgurante.

De momento, para mañana se espera otro plato fuerte: será una especial de 447 kilómetros cronometrados y bastante rápida, en la que los participantes deberán ser "muy precisos" en una secuencia de cañones, según David Castera.