Desde el mítico tramo de Tarzán (III)

EVANS, RETIRADA TÁCTICA. Toyota decidió retirar a Elfyn Evans tras la penúltima especial. El coche estaba dañado, Elfyn no iba a tomar puntos para el campeonato de pilotos ni aportar al de constructores. Pero, sobre todo, necesitaban trabajar con el coche. El largo desplazamiento a Atenas, ida y vuelta, para la superespecial y el no tener parque de asistencia al final de etapa —sino que por horario este estaba retrasado al domingo antes de la salida— no dejaba tiempo suficiente. La idea es que Evans pueda defender sus opciones en la última jornada y conseguir los puntos dominicales y de la superespecial.

ADRIEN FOURMAUX GUARDA SILENCIO. El francés no quiere comentar nada sobre su posible salto a Hyundai, mientras en Ford quieren mantenerlo “porque el equipo gira a su alrededor”.

TOYOTA Y LOS TURBO. La marca japonesa quería cambiar el turbo de Ogier tras los problemas iniciales de turbo de Evans. Pero solo había una flexiasistencia, y con los medios permitidos en la misma no había tiempo para cambiar el turbo de Evans y el del francés.

LA FLEXIASISTENCIA. Sordo seguro que agradece los cambios en la flexiasistencia, que ahora —además del cambio de ruedas y neumáticos— permiten unas mínimas actuaciones de un par de mecánicos. Esto le permitió reparar el coche tras el pinchazo; los daños eran más aparatosos que graves.

LA SUPERESPECIAL DE ATENAS. Francamente, 200 km de ida y otros tantos de vuelta, para un slalom, no vale la pena. No es así como se dará popularidad y visibilidad a los rallies. Salir de Atenas y esta superespecial como inicio quizás sería defendible; esto, no.