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Toro Rosso ha tenido una primera jornada de entrenamientos en el Gran Premio de Italia muy ajetreada. El equipo ha estado probando dos coches diferentes: uno con la configuración previa al paquete aerodinámico que se estrenó en el GP de Alemania, y otro con dichas novedades. También han confirmado que los tiempos de hoy no son representativas ya que pusieron alerones de circuitos normales para que los datos fueran lo más fiables posibles. 

El equipo Toro Rosso ha visto como la falta de desarrollo en su unidad de potencia Ferrari de 2015 a terminado por lastrar su rendimiento pese a las mejoras en su chasis, las cuales no funcionan como deberían por la falta de empuje de su motor.

Carlos Sainz ya está en Monza, donde este fin de semana se enfrenta a una de las carreras más duras de la temporada por la endémica falta de potencia de su Toro Rosso. Pero el madrileño no pierde la sonrisa en su 22º aniversario porque sabe que la falta de rendimiento es por culpa del coche, no por errores humanos al volante.

Carlos Sainz nació el 1 de septiembre de 1994. Tan sólo 22 años después ya ha cumplido uno de sus sueños: ser piloto de Fórmula 1. El madrileño, hijo del bicampeón mundial de rallies Carlos Sainz, siempre ha llevado la gasolina por sangre: campeón de la Fórmula Renault 2.0 NEC, subcampeón de la 2.0 Eurocup y campeón de la Fórmula Renault 3.5 en 2014.

Pierre Gasly se postula poco a poco como el candidato más serio a un asiento en Toro Rosso en 2017. El francés sabe que para ello necesita ganar una GP2 que actualmente lidera con solvencia pero, sobre todo, tiene claro que si llegase una llamada de Red Bull antes de acabar 2016 no desaprovecharía la oportunidad aunque perdiese el título en la antesala de la Fórmula 1.

Carlos Sainz cree que la Fórmula 1 necesita los nuevos coches que aparecerán en 2017, con neumáticos más anchos y aerodinámica nueva. El piloto de Toro Rosso se muestra contento por esta introducción.

Toro Rosso llega a su GP de casa con la misión de recuperar el terreno perdido. La escudería de Faenza lleva dos carreras seguidas sin puntuar, debido al bajo rendimiento en Alemania y Bélgica y ha provocado la pérdida de la sexta posición del Mundial de Constructores. Monza es un circuito idóneo para los motores potentes, hecho que Toro Rosso intentará aprovechar para reengancharse a la lucha con McLaren.

Carlos Sainz esbozaba ayer una tímida sonrisa instantes antes de atender a los medios de comunicación desplazados a Spa-Francorchamps, como si estuviera tratando de vencer una batalla psicológica contra las carencias de su coche que empieza a minar su moral, su paciencia y las esperanzas de obtener buenos resultados durante las siete carreras restantes del Campeonato. El madrileño labró una salida inmaculada que le colocó séptimo antes de sufrir un pinchazo en la recta de Kemmel, destrozar su alerón delantero y provocar una serie de carcajadas entre algunos periodistas en la sala de prensa, atónitos ante los desperfectos que unos pocos trozos de fibra de carbono habían causado a la estructura ya destrozada del STR11.

Hoy en Toro Rosso se han cambiado las tornas. Si ayer el que brilló fue Carlos Sáinz al superar con creces a Daniil Kvyat, hoy ha sido el ruso que ha cuajado una gran actuación mientras que Carlos Sáinz ha pinchado y tras la subida de Eau Rouge ha visto como su carrera se terminaba cuando su neumático ha explotado.

Kimi Räikkönen ha lidiado con la agresividad de Max Verstappen en carrera y el finlandés, enfadado, ha señalado que tuvieron suerte de no sufrir un "gran accidente" esta tarde en Spa-Francorchamps.

La carrera de Carlos Sainz ha terminado antes de tiempo tras un inoportuno pinchazo al inicio de la prueba mientras afrontaba la subida a Eau Rouge en una interesante séptima posición tras una buena salida. El pinchazo le hizo perder todo lo ganado pero, además, acabó rompiendo el alerón trasero en el proceso y eso le impidió poder continuar en una carrera que había comenzado de forma muy loca.

La cara de resignación que muestra Carlos Sainz instantes antes de atender a la prensa desplazada al circuito de Spa-Francorchamps refleja a la perfección el ambiente de decadencia e incredulidad compartido por todos los integrantes del equipo Toro Rosso. El madrileño tendría motivos para consolarse si atendiera únicamente a la cara de funeral de Daniil Kvyat, atrapado en una espiral infinita de malos resultados, pero su enfoque no es otro que extraer el máximo rendimiento del STR11 y tratar de obtener la confianza de sus máximos responsables. La tarea se presentaba complicada en un trazado de largas rectas como Spa, hasta el punto de fijar su objetivo en superar a Sauber y Manor, dos estructuras acostumbradas a ocupar los últimos lugares de la parrilla. Consciente de que el sábado no depararía sensaciones alentadoras en pista, Sainz se resignaba a estar satisfecho con el 15º lugar desde el que saldrá mañana: “No estoy descontento conmigo mismo, pero estoy triste de estar tan atrás”, resume a LaF1.es

La decimoquinta posición de Carlos Sainz y la decimonovena de Daniil Kvyat están muy lejos de lo esperado por Toro Rosso. El monoplaza ha disminuido su rendimiento en las últimas carreras y en Faenza sospechan que hay algo más aparte de los problemas con la unidad de potencia. Así, aunque el trazado de Spa-Francorchamps es uno de los peores de la temporada para la escudería, la situación no invita al optimismo. 

Sesión de clasificación decepcionante para Carlos Sainz y Toro Rosso tal y como esperaban tras los entrenamientos libres. Las características del STR11 no se adaptan al circuito belga de Spa-Francorchamps y no encuentran ritmo. El madrileño, que partirá decimocuarto, ha mostrado su frustración al bajar del coche y afirma que será complicado puntuar con el ritmo que tienen a no ser que pasen muchas cosas.

Carlos Sainz se ha mostrado satisfecho con el nuevo sistema de protección 'halo' tras estrenarlo en la primera sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Bélgica. El madrileño probó una versión avanzada del apéndice durante su vuelta de instalación, y lejos de compartir la visión crítica de otros pilotos hacia su apariencia sobre los monoplazas actuales, sus declaraciones recogen adjetivos positivos sobre su eficacia para prevenir accidentes en el futuro sin afectar las sensaciones al volante. "La FIA debe seguir mejorándolo, pero la visibilidad no es un problema", ha resumido.