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La temporada de Daniil Kvyat está siendo realmente complicado. Tras ser degradado a Toro Rosso, el ruso ha sido incapaz de imponerse a Carlos Sainz y ha acreditado un rendimiento bastante pobre que sólo le ha valido puntos en dos de las diez últimas carreras. Kvyat cree que los recientes problemas de Toro Rosso le han venido bien a nivel personal, pues ha podido reconcentrarse sin la presión de las estadísticas.

El piloto ruso Daniil Kvyat fue sin duda alguna, y sigue siendo, uno de los protagonistas de esta temporada, en especial por su vuelta a Toro Rosso tras el GP de Rusia. Contra todo pronóstico y en un movimiento casi inédito, vio cómo tras carrera en Sochi, donde cometió un error en la salida, perdía su asiento en Red Bull en favor de Max Verstappen.

A punto de cumplir dos temporadas en el equipo Toro Rosso, Carlos Sainz está más centrado y en forma que nunca. Pese a la falta de ritmo del STR11, el español confía en el potencial de su equipo y, por ello, cree que la próxima temporada serán más fuertes.

Daniil Kvyat está en la cuerda floja. Desde que regresó a Toro Rosso ha quedado sistemáticamente detrás de su compañero de equipo, y su futuro no está muy claro. En las últimas carreras ha tenido problemas mecánicos, y eso lo tiene en cuenta Helmut Marko de cara a renovarle o no. 

Carlos Sainz ha salido al paso de los rumores que le sitúan como uno de los candidatos más atractivos a ocupar uno de los asientos del equipo Renault en 2017. Pese a que su continuidad con Toro Rosso fuera anunciada antes del Gran Premio de Mónaco, algunas publicaciones señalaron recientemente que la opción de recalar en la estructura francesa aún seguía abierta si Frederic Vasseur aceptara otorgar a Red Bull la especificación del motor más avanzada.

El equipo Toro Rosso se marcha de Monza sin puntos y con la cabeza ya puesta en Singapur. Sabedores de que sufrirían mucho en la pista italiana, han intentado sacar el máximo de su monoplaza. Carlos Sainz sólo ha podido finalizar decimoquinto mientras que Daniil Kvyat ha tenido que retirarse con daños en su suelo tras un toque en la salida.

Carlos Sainz ha concluido la carrera del Gran Premio de Italia en Monza con resignación por una decimoquinta plaza que ha evidenciado los actuales problemas del equipo Toro Rosso. El madrileño ha señalado que era lo máximo a lo que podían aspirar y sólo confía en que, tras analizar los datos, puedan dar con la solución para ser competitivos de nuevo en Singapur.

Los días de Daniil Kvyat como piloto titular de Toro Rosso podrían estar contados, pues Pierre Gasly ha dejado entrever que en Singapur dará el salto a la Fórmula 1 ocupando el volante hasta ahora en manos del piloto ruso.

Carlos Sainz se mostraba ayer resignado ante la falta de prestaciones del STR11 durante la sesión clasificatoria del Gran Premio de Italia, aunque no dudaba en entonar un discurso relativamente optimista de cara a la carrera de esta tarde, donde tratará de aprovechar sus limitadas posibilidades para aspirar a un buen resultado. Sea como sea, el madrileño es consciente de que el déficit de potencia en el motor Ferrari de 2015 impide fijar la zona de puntos como un objetivo plausible frente al avance de Haas y McLaren, una circunstancia que tratarán de solventar en Toro Rosso a través de un ajuste de alta carga aerodinámica que compense la falta de velocidad en las rectas con un buen ritmo en el paso por curva.

Toro Rosso ha realizado una de sus peores clasificaciones de la temporada en uno de los circuitos que peor se adapta al STR11. Aparte de los problemas de chasis que arrastran desde el GP de Alemania, el motor 2015 de Ferrari paga sus carencias en las rectas de Monza. Por si fuera poco los problemas que tienen, Kvyat perdió tiempo en su mejor vuelta por tráfico y Sainz por un fallo de pilotaje.

Carlos Sainz disputa este fin de semana uno de los Grandes Premios del año más adversos para las características del STR11 y la sesión de clasificación ha demostrado que lo visto en los entrenamientos libres era la realidad. El madrileño partirá decimoquinto en parrilla mientras que su compañero Daniil Kvyat lo hará decimosexto pese a no haber pasado de la Q1 ya que tanto él como Sainz se benefician de la sanción de cinco posiciones que tiene Romain Grosjean.

Carlos Sainz confirmó ayer ante los medios de comunicación desplazados al circuito de Monza su deseo de recalar en una escudería más competitiva y convertirse en un candidato directo a la batalla por el Campeonato del Mundo. El madrileño disputa este fin de semana uno de los Grandes Premios del año más adversos para las características del STR11, circunstancia que le obliga a reflexionar sobre su futuro en la Fórmula 1 y las posibilidades que ofrece el mercado de pilotos hasta la llegada del invierno. 

La sonrisa ilusionante de Carlos Sainz empieza a desvanecerse como la potencia de su motor Ferrari en cada una de las rectas que conforma el Campeonato Mundial de la Fórmula 1. El madrileño no es asiduo a tirar la toalla y siempre ha utilizado su trabajada psicología para hacer frente a todas las dificultades, ciertamente múltiples, que se han interpuesto en su difícil camino hasta llegar a la categoría reina y acaparar valoraciones positivas de toda la prensa internacional. Las bonanzas en el chasis del STR11 eran suficientes para ocultar el déficit de potencia durante la primera mitad de la temporada, momento en el que Carlos se consagró como una de las revelaciones de la parrilla actual, aunque las malas sensaciones en Spa y Monza ciernen un futuro negro sobre la competitividad de Toro Rosso hasta la prueba final de Abu Dabi.