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42 victorias, esa es el botín con el que Lewis Hamilton se marcha de Rusia después de haber dominado el Gran Premio una vez que Nico Rosberg se ha visto obligado a abandonar por problemas en el acelerador de su monoplaza.

Imaginen ese olor inconfundible proveniente de la cocina que te lleva embelesado hasta la mesa donde espera recién hecho tu plato favorito. Una delicia. Pues ahora, trasladen eso a los fogones donde se fabrican los sueños. Cambien el olor que colma los estómagos por uno que sacia las ganas de éxito. Un olor que avisa que algo grande se está cocinando. Alguien dentro de la Fórmula 1 ya puede olerlo, sentirlo tan fuerte que hasta lo puede agarrar con las manos.

Octava victoria del año para Hamilton que iguala las 41 que logró Ayrton Senna. El inglés ganó la batalla en la salida a Rosberg. Salió un poco mejor y ambos lucharon al límite pero limpiamente durante la primera curva, con Nico viéndose forzado a subirse al piano. Esto le costó dos posiciones que tuvo que remontar, perdiendo así la opción de disputar la victoria a Hamilton. Mercedes vuelve a finalizar la carrera con ambos coches, lo que no lograba desde Bélgica. 

El Gran Premio de Japón nos dejó el podio más repetido de la temporada en una carerra en la que ha dominado sin contemplaciones de principio a fin Lewis Hamilton tras pasar a Nico Rosberg en la segunda curva del trazado de Suzuka. Finalmente, el alemán de Mercedes pudo pasar al de Ferrari para minimizar darño. Estas han sido las diez declaraciones más destacadas de la rueda de prensa posterior a la cita nipona.

Toro Rosso puntuó con ambos coches por segunda carrera consecutiva. Verstappen y Sainz cerraron el Top 10 tras mostrar un ritmo muy competitivo en Suzuka. El español, que había realizado una muy buena salida y luchaba por la octava posición, cometió un error en la entrada del 'pit lane', llevándose un bolardo por delante y dañando el alerón delantero. Un incidente que le costó 20 segundos y dos posiciones. Max realizó una gran remontada desde la 17ª plaza hasta la 9ª.

El equipo Williams ha salido de Suzuka con las manos medio llenas. La posibilidad de llevarse unos buenos puntos en el Gran Premio de Japón para el equipo de Grove se ha desvanecido en la salida con el toque que tuvo Felipe Massa con Daniel Ricciardo, y en la segunda parada de Valtteri Bottas, cuando perdían la cuarta posición en favor de Kimi Räikkönen. En la próxima cita de Sochi, dentro de dos semanas esperan ser más certeros. 

No, al final no pudo ser. La afición japonesa no ha tenido ningún éxito de McLaren Honda que celebrar, como quería Boullier. Que la formación de Woking se llevara algo positivo de Japón dependía únicamente de la suerte o, dicho de otro modo, de la mala suerte de los demás. Y hubo una buena ración de ella, con los pinchazos de tres pilotos que salían delante de ellos, pero no fue suficiente. Fueron demasiado lentos en las rectas, presa fácil para los demás. Difícil esconder la frustración.

El día de hoy se presentaba como una oportunidad de oro para Nico Rosberg de cara a iniciar su remontada en el mundial para intentar dar caza a su compañero de equipo, pero pocos metros ha durado la ilusión después de que este le arrebatara la primera plaza en la primera curva.

A pesar de partir desde la segunda posición, hoy no ha habido nadie que parara a Lewis Hamilton sobre el trazado de Suzuka. El británico ha conseguido arrebatarle en la salida la primera plaza a Nico Rosberg y, desde ahí, se ha dedicado a controlar el ritmo en toda la carrera.

De Jinmu en el siglo VII a.C al actual Akihito hay una lista de 125 emperadores de Japón, unos legendarios y otros de carne y hueso. Pues el país del sol naciente ya puede contar a otro más. Este no tiene un nombre asiático ni una nación a sus pies, ni tampoco ha dirigido ejércitos. Simplemente, se trata del hombre que hace imperar su ley por encima de la del resto, de alguien que no tiene rival y que va directo a por su tercera corona. Es el Emperador Hamilton.

Si ya el sábado de Singapur fue especial para Ferrari, hoy es día grande en Maranello. Y es que la Scuderia ha conseguido el objetivo que marcó Arrivabene al principio de la temporada al conseguir la tercera victoria del año con Vettel. El alemán no se bajó del liderato en ningún momento pese a la presión de Ricciardo y las apariciones del Safety Car. La alegría italiana se completa con el podio de Räikkönen, que, eso sí, lamenta por no haber podido luchar por más.

Cara y cruz para Williams. Esperaban un fin de semana duro ya que su coche no acostumbra a rendir bien en circuitos urbanos y lentos, pero lograron un gran resultado con el quinto de Bottas. Gracias a una buena estrategia, pudieron superar a Kvyat, que tenía un ritmo superior. En cambio, en el otro lado del box, todo fue al revés. Massa tuvo una colisión con Hülkenberg que condicionó su carrera, y luego tuvo un problema en la caja de cambios que le obligó a retirarse. 

Puede parecerlo. Se trata del GP de Singapur disputado bajo la luz de la luna - y de los focos - pero no se trata de una pesadilla para Mercedes. No en forma de sueño, sino de realidad. Este fin de semana no han podido ser tan competitivos como acostumbran y no solo eso, sino que la mecánica tampoco les ha acompañado. Hamilton abandonó por sufrir una perdida de potenia. Borrón y cuenta nueva para los dominadores de esta F1 y a apretar los dientes la semana que viene en Suzuka.

Carrera agridulce para los chicos de Force India, quienes han visto cómo Sergio Pérez ha cruzado la meta en séptima posición mientras que Nico Hülkenberg ha quedado fuera de combate a las primeras de cambio por culpa de un toque con Felipe Massa en la curva 3 que ha resultado en una rotura en la suspensión trasera izquierda.

De nuevo, y como ya suele ser habitual Max Verstappen ha sido uno de los protagonistas del día de hoy. El holandés partía desde la octava posición de la parrilla, pero tras calar su motor en el momento en que se han apagado los semáforos, ha tenido que iniciar una remontada que le ha llevado finalmente al mismo octavo puesto del que partió.